En sincronía con el orden divino, alcanzo mi mayor potencial.

Orden divino
Existe una ley y un orden espirituales que gobiernan toda manifestación de vida. Nada ni nadie puede quebrantar esta ley. Cuando actúo fuera del orden divino, quizás luche y tenga poco éxito en lograr hasta el objetivo más pequeño. Sin embargo, cuando alineo mi voluntad y mis acciones con el orden del Universo, tomo de la fuente del poder creativo e imaginativo ilimitado. El Espíritu divino, que por naturaleza es expresivo, me infunde con una rica provisión de ideas únicas para mi alma. Al entregarme libre y confiadamente al fluir del Espíritu, observo que los acontecimientos en sincronía son una ocurrencia diaria. Hago realidad mis mayores sueños con paz, gracia y facilidad absolutas.

Salmo 119:165
Los que aman tu ley viven en completa paz, porque saben que no tropezarán. (F)

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