Una mezcla de rabia, indignación e impotencia movió a cientos de ciudadanos que con furia le gritaban: “¡Asesino!... ¡Degenerado!... ¡Violador! al arquitecto Rafael Uribe Noguera, el principal sospechoso de una brutal violación a una niña de 7 años en Bogotá, quien ayer fue trasladado a una cárcel.

En la audiencia que se inició la tarde del pasado martes y se extendió por unas nueve horas, la Fiscalía dijo que hay elementos suficientes que llevan a inferir que Uribe Noguera fue el autor del abuso y muerte de la menor, a quien, supuestamente, la secuestró la mañana del pasado domingo. Su cuerpo fue hallado en la noche.

La niña fue torturada, abusada sexualmente y luego asesinada por sofocación y estrangulamiento, según el reporte de Medicina Legal. El cuerpo de la menor presentaba múltiples traumas, “producidos antes de su muerte”, y con lo que se concluye que la pequeña fue sometida a varias horas de tortura, publicó eltiempo.com.

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Uribe Noguera se declaró inocente.

Después del crimen, el presunto asesino fue ingresado en una clínica por sus familiares para que se recuperara de una supuesta intoxicación con alcohol y drogas, publicó Afp.

Según los medios que acudieron a la audiencia, Uribe Noguera fue señalado de los delitos de “feminicidio agravado, tortura, secuestro simple y acceso carnal violento”.

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Ayer, mientras el supuesto agresor esperaba su traslado a prisión, personas acompañaron el cortejo fúnebre de la menor en las calles de Bogotá y pedían la pena máxima de 60 años de prisión. “Este hombre, este sujeto, tiene que pagar como sea, como dé lugar”, dijo Almayari Burbano, indígena presente en los actos fúnebres. (I)