La histórica subasta de campos petroleros mexicanos en aguas profundas celebrada este lunes estuvo marcada por el avasallamiento de empresas chinas y malayas, que presentaron las mayores ofertas de la jornada.

La zona subastada tiene reservas equivalentes a una sexta parte de la producción que ha tenido México tras la nacionalización petrolera, en 1938.

El 39,5% de las asignaciones fueron para empresas asiáticas, 35,5% quedaron en manos de europeas y el 25% restante se adjudicaron a empresas de Norteamérica, incluidas dos empresas mexicanas.

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Los que más licitaciones obtuvieron fueron China Offshore y el consorcio de Statoil, BP y Total (Noruega, Reino Unido y Francia), ambos con dos campos. La francesa Total obtuvo una tercera asignación aliada con la estadounidense Exxon Mobil.

La primera en atacar fue China Offshore, que ofreció 17,01% de regalías a México, mientras que su segunda gran oferta fue de 15,01%, con lo que demostró su interés frente al resto de los ofertantes, que no rebasaban 10%.

Los malayos sorprendieron, pues en una alianza con la mexicana Sierra ofertaron 22,99% de regalías. En otra sociedad con Sierra, Murphy (Estados Unidos) y Ophir (Reino Unido), ganaron con 26,91%.

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También se selló la primera alianza "farm out" que la estatal Petróleos Mexicanos tendrá en sus 78 años de historia, luego de que la minera australiana BHP Billiton ganara la adjudicación que le da 60% de la producción Trión, la joya de los yacimientos licitados.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, celebró el resultado, que representará inversiones por 11.000 millones de dólares, lo que es presentado como resultado de su reforma energética de 2013.

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Histórica licitación

Trión -de 1.285 kilómetros cuadrados en el Golfo de México- tiene reservas totales 3P (probadas, probables y posibles) de unos 485 millones de barriles de crudo. Se estima que la producción arranque en 2023.

BHP Billiton ofertó una regalía adicional de 4% por encima de la regalía base, de 7,5%, y ofreció un pago de 624 millones de dólares.

Además de Trión, en esta primera licitación en aguas profundas se subastaron otros 10 bloques, distribuidos en dos partes del Golfo de México: una en la zona limítrofe con Estados Unidos y la segunda al sur, en las costas de Veracruz, Campeche y Tabasco. En total tienen casi 10.900 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en recursos prospectivos.

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"Estamos hablando de una sexta parte en recursos prospectivos de toda la producción que ha tenido petróleos mexicanos desde su creación", dijo a la AFP Héctor Acosta Félix, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Tiempos difíciles

"Una licitación mejor que esta, imposible", dijo el ministro mexicano de Energía, Pedro Joaquín, quien días atrás estimaba que si colocaban cuatro de los diez bloques sería un éxito, y al final sumaron ocho.

En un contexto marcado por la alta volatilidad del precio del petróleo, México espera ganar con estas licitaciones "41.000 millones de dólares y 450.000 empleos directos e indirectos", aseguró Joaquín.

Los resultados de las anteriores licitaciones no habían dejado del todo satisfecho al gobierno mexicano, que presenta la apertura del sector energético como uno de los motores para el desarrollo económico. (I)