Millones de personas siguieron este martes por televisión la comparecencia de ocho grandes magnates surcoreanos, incluyendo al máximo responsable de Samsung, ante una comisión que investiga el escándalo de corrupción en torno a la presidenta Park Geun-Hye.

El caso que tambalea la política surcoreana gira alrededor de Choi Soo-Sil, confidente e íntima amiga de la presidenta, que habría usado su influencia sobre ella para enriquecerse e influir en sus decisiones políticas.

"¿Usted sabe algo?" espetó un diputado a Lee Jae-Yong, patrón de facto de Samsung, que niega estar al corriente de las donaciones que su empresa hizo a una fundación que pagaba cursos de equitación para la hija de Choi.

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"¿Cree que está haciendo bien su trabajo de patrón de una compañía global como Samsung diciendo que no sabe nada?", añadió el parlamentario.

El vicepresidente de Samsung Electronics y de facto máximo responsable de todo el grupo intentó esquivar las preguntas con expresiones de remordimiento y contrición.

"Tengo muchos puntos débiles y Samsung tiene cosas por corregir" admitió Lee cuando le preguntaron sobre la connivencia de las grandes conglomerados surcoreanos, los llamados "chaebols", con Choi.

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"Estas crisis ha hecho darme cuenta que tenemos que cambiar", añadió Lee, evitando respuestas directas a las preguntas. "¡Deje de dar respuestas ridículas y excusas!", lanzó otro diputado.

Censura a presidenta

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Choi Soon-Sil está esperando a ser juzgada por coacción y abuso de poder mientras que la presidenta Park se enfrenta el viernes a un voto de censura en el parlamento que con todo seguridad apoyarán 30 miembros del Saenuri, su propio partido.

Park está acusada de haber ayudado a Choi a coaccionar a varias empresas para que hicieran donaciones controladas por la confidente y que presuntamente usaba para sus gastos personales.

Samsung hizo la mayor donación, de 20.000 millones de won (unos 17 millones de dólares al cambio actual), seguido por Hyundai, SK, LG y Lotte, cuyos responsables comparecían también este martes ante la comisión.

Presiones de las altas esferas

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Los responsable de los "chaebols", los grandes conglomerados familiares que han dominado durante décadas la cuarta economía de Asia, negaron haber pagado a cambio de favores pero dieron a entender que habían sufrido presiones de las altas esferas políticas.

"Es difícil para las corporaciones rechazar una petición de la Casa Azul", la sede de la presidencia, admitió Huh Chang-Soo, el presidente de GS Group y director de la federación surcoreana de industria.

Por su parte el patrón de Samsung afirmó haber recibido peticiones para hacer donaciones pero aseguró que "nunca apoyamos o hicimos donaciones a cambio de algo" y dijo no haber tenido ningún relación personal con Choi Soon.

"Pediré a mis colaboradores que se aseguren que algo así no vuelve a ocurrir en el futuro", dijo Lee.

El comité parlamentario indicó que seguiría intentando que comparezca Choi, que alegó razones de salud para no hacerlo.

En 1988 hubo una comisión similar en la que los responsables de los grandes conglomerados tuvieron que responder de donaciones al entonces presidente Chun Doo-Hwan.

Protestas ciudadanas

El escándalo actual ha llevado a miles de personas a las calles para pedir la dimisión de Park Geun-Hye, un movimiento de protesta contra una élite considerada corrupta y distante.

Durante la audiencia los manifestantes a las puertas del parlamento gritaban "¡Enciérrenlos, Enciérrenlos!"

"Es muy poco frecuente que esta gente salga a la luz pública", dijo a la AFP Chung Sun-Sup, responsable de Chaebol.com, una web que investiga las prácticas de las grandes corporaciones.

"La gente les odia por su comportamiento y los envidia por su riqueza. Para muchos verles interrogados en el parlamento será bastante catártico", aseguró. (I)