En un momento crítico como el que vive actualmente el país, considero que es contraproducente –por decir lo menos– crear un impuesto a la ganancia extraordinaria en la transferencia de bienes inmuebles, de hasta el 75% en la utilidad, que genere y cuya cuantía exceda de 24 salarios básicos unificados; a lo cual hay que restarle la utilidad que se hubiera obtenido por invertir el capital con que se compró dicho inmueble, en una institución financiera, a la tasa de interés pasiva promedio del Banco Central del Ecuador (BCE).

Como han repetido hasta la saciedad varios candidatos a la Presidencia de la República y destacadas personalidades del país, lo que cabe es que, amén de que el Gobierno reduzca considerablemente el gasto público, se derogue el anticipo del impuesto a la renta, el impuesto del 5% a la salida de divisas, y las sobretasas o salvaguardias arancelarias; lo que vamos a tener que hacer, si el Parlamento europeo y nuestra Asamblea Nacional, como espero, ratifican el acuerdo comercial que ya hemos firmado con la Unión Europea.

El déficit que actualmente tiene el país es manejable, en tanto en cuanto el próximo gobierno genere confianza en los organismos multilaterales de crédito y en los inversionistas.

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Es necesario crear estímulos tributarios y no incrementar impuestos, para sacar al país de la crisis en la que se encuentra. (O)

Miguel Macías Carmigniani, abogado, Guayaquil