“¡Afuera los ladrones!” y “Todos somos Sergio Moro”, el juez que ha supervisado la histórica investigación contra la corrupción que ha enviado a prisión a decenas de políticos y empresarios, eran los gritos que se escucharon el pasado domingo en varias ciudades de Brasil.
La causa fue un polémico proyecto de ley que se tramita en el Congreso, el cual estaba destinado a ser un paquete de diez medidas anticorrupción, que incluía que los partidos políticos tendrían que declarar las donaciones recibidas de empresas privadas.
El documento fue promovido por los fiscales que investigan la red de corrupción de la petrolera estatal Petrobras con el apoyo de dos millones de firmas. Según Infobae, el texto fue alterado en la Cámara de Representantes y se le agregó una enmienda que indica que se puede incriminar y castigar con cárcel a fiscales y jueces que actúen por “causas político-partidarias” en este tipo de casos.
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El texto fue aprobado el anterior miércoles con 450 votos a favor contra uno negativo. Cuando el proyecto llegó al Senado, el entonces presidente de ese cuerpo, Renán Calheiros, quiso que se votara con el carácter de urgente, pero terminó suspendiendo su votación el viernes. Esto provocó que quienes llevan los casos de corrupción en Petrobras (caso Lava Jato) amenazaran con dimitir.
Frente a ello, organizaciones que salieron a las calles pidiendo la salida de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) volvieron al asfalto (más de 400 mil, según los organizadores; 75 mil, según la Policía) en ciudades como Río de Janeiro, Sao Paulo, Brasilia, para pedir que se retire el proyecto y que se respete la separación de poderes. Dibujos de ratas flotando en las piletas del Congreso expresaban el rechazo a la medida.
El juez Sergio Moro, uno de los principales responsables de la operación Lava Jato, en la que vincula a varios políticos en la red de corrupción de Petrobras, incluido el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
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Moro recibió un espaldarazo moral con las marchas, en las que se podía observar a gente portando imágenes de él.
Además, pese a que las manifestaciones no fueron en contra del presidente Michel Temer, afectan directamente a sus aliados en el Congreso, incluyendo a miembros de su partido (PMDB), a quienes necesita para aprobar su ajuste fiscal. La ley requeriría también de su apoyo para implantarse.
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Sin embargo, en un comunicado, Temer dijo que los manifestantes mostraron “la fuerza y la vitalidad” de la democracia brasileña.
En Panamá, el presidente de Transparencia Internacional, el peruano José Ugaz, expresó preocupación y respaldo pleno a los fiscales brasileños, en una Conferencia Internacional contra la Corrupción. Agregó que si el equipo de fiscales que investiga el Lava Jato renunciara, sería “una tragedia para Brasil”. Su declaración se da pocos días después de que esta organización otorgara su premio anticorrupción 2016 al equipo que investiga este caso.
Esta polémica surge en medio de las inquietudes que provocan las declaraciones de varios empresarios apresados en el caso Lava Jato, incluyendo a Marcelo Odebrecht, quienes están dando información sobre políticos vinculados a su red de sobornos para lograr contratos con Petrobras, a cambio de reducir sus penas. (I)
450
Con esa cantidad de votos se aprobó en la Cámara baja.
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Casos
Lula da Silva
El expresidente brasileño (2003-2010) Luiz Inácio Lula da Silva es investigado y procesado por presunta corrupción en varios casos. Él niega todas las acusaciones.
Renán Calheiros
La Corte Suprema separó ayer de su cargo al presidente del Senado por estar procesado de corrupción, razón por la que no podía seguir en la línea de sucesión a la presidencia.
Eduardo Cunha
El expresidente de la Cámara de Diputados está detenido por su vínculo en la trama de corrupción de Petrobras. Él fue el ‘arquitecto’ de la destitución de Dilma Rousseff.
Michel Temer
El presidente brasileño ha sido acusado de recibir sobornos durante campañas electorales. Varios de sus ministros también se han visto involucrados en casos de corrupción.