La justicia ha identificado a por lo menos 22 víctimas de presuntos abusos sexuales cometidos por dos curas católicos y tres empleados de un colegio para sordos en la provincia argentina de Mendoza.

Las víctimas, de unos 20 años en la actualidad y entre los que hay sordomudos y jóvenes con distintos problemas de audición, brindaron en los últimos días su testimonio a fiscales con la ayuda de intérpretes y psicólogos, dijo el lunes pasado a The Associated Press Alejandro Gullé, procurador de la Corte Suprema de Mendoza, unos 1.000 km al oeste de Buenos Aires.

Entre los cinco detenidos e imputados por presunto abuso sexual agravado y maltratos físicos están el sacerdote Nicola Corradi, de 82 años y quien había sido denunciado por abuso en Italia; el también sacerdote Horacio Corbacho, de 55, y tres empleados del lugar: José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez, que realizaban tareas administrativas y de jardinería.

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Las autoridades judiciales encontraron en allanamientos realizados en la habitación de Corradi en el Instituto Antonio Próvolo revistas y material audiovisual con contenido pornográfico y unos 550.000 pesos en efectivo (unos 34.300 dólares), lo que ha complicado la situación del anciano sacerdote quien en los años 90 fue trasladado por la congregación de Próvolo desde Verona, Italia, a Argentina para aparentemente alejarlo de las denuncias de las que era objeto. (I)