En la calidez del hogar, Ruth Vera dedica más de una semana para instalar su árbol navideño, el cual engalana con guirnaldas, muñecos y bolas. Además de cubrir de adornos los rincones de su casa. Cuenta que empieza su labor un mes antes de la Navidad y que a veces toma horas de la madrugada.

Como representante del centro comercial Garzocentro, ubicado en la ciudadela La Garzota, Ruth, economista de profesión, asumió este año la decoración navideña del establecimiento, lo que incluyó erigir un árbol de 10 metros de alto. Señala que algunos elementos, como las bolas, fueron gestionados con ayuda de la empresa privada que actualmente renueva el mall. Más adornos consiguió en convenio con otros almacenes.

“A mi árbol lo lleno de decoraciones, tengo en todos lados Navidad, me lancé una semana yo solita, solo mi marido me ayudó a subir y bajar las cosas hasta la madrugada”, recuerda Ruth sobre la expectativa que vive en su hogar y que pretende que los clientes palpiten en la plazoleta del centro comercial, donde permanecerá el árbol hasta el 6 de enero próximo.

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La estructura, donde predominan 180 bolas amarillas y 120 estrellas rojas, cuenta con 120 metros de luces led en los diez metros de follaje verdoso. En varias bancas instaladas en la plazoleta se pueden disfrutar sus colores cada noche. Durante estos días estuvo presente Papá Noel recibiendo los pedidos de los niños. De aquí para el resto del mes enfrente del árbol habrá presentaciones de coros navideños, dice.

“Es la época ideal para revisar las acciones del año y renovarte espiritualmente”, reflexiona Ruth, quien por su formación en colegios católicos cree que el sentido de la Navidad debe predominar la concepción del nacimiento de Jesús. Es por ello, que junto al árbol se instaló un nacimiento con José, María, los tres Reyes Magos. Aún se espera la llegada del Niño Jesús para el 24.

La madre de dos hijos dedica normalmente sus tareas a la planificación y finanzas y desde hace un año trabaja en la renovación del centro comercial. El árbol que está expuesto al aire libre en plena plazoleta ubicada entre la primera y segunda etapa del sitio es parte de ese trabajo de invitar clientela.

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Más allá del comercio cree que debe aprovechar esta época para renovar las aspiraciones de ser mejores seres humanos. “Es época de reflexión, de revisar tus acciones del año, pedir perdón y renovarte espiritualmente con la venida del Niño Dios”, resalta. (I)