Actualizado a las 15:47

El balance provisorio del incendio que estalló en la noche del viernes en un edificio que alojaba a un colectivo de artistas en la ciudad estadounidense de Oakland (California) aumentó a 30 muertos, informó este domingo el sargento de la policía Ray Kelly.

"Tenemos confirmado que el número de muertos es de 30. Es un número astronómico y aún no hemos terminado", dijo el agente. Un balance precedente mencionaba 24 muertos como consecuencia de este siniestro cuyas causas aún no han sido determinadas.

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El incendio ocurrió en una fiesta en un antiguo almacén en Oakland, donde los bomberos hurgaban entre los restos calcinados del local en busca de más víctimas.

 

Continúa la búsqueda de víctimas del incendio desatado durante una fiesta en #Oakland, EEUU Por @gchapmanpress #AFP https://t.co/Bcir4f284l pic.twitter.com/e5ih8xYWtf

 

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Los bomberos estaban removiendo escombros “en recipiente tras recipiente” y trabajaban entre las ruinas “de manera sombría y compasiva”, dijo la jefa de bomberos Melinda Dayton.

“Este será un proceso largo y arduo, pero tenemos que asegurarnos de que estamos respetando a las familias, a sus familias y las normas para la seguridad de los bomberos”, añadió. Confesó que el proceso es “desgarrador”.

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El sargento de policía Ray Kelly dijo que sólo un 20% del edificio había sido revisado. Las familias de los difuntos han sido notificadas, agregó.

Remover escombros

Se estima que los cuerpos de rescate continuarán buscando víctimas por unas 48 horas más.

El incendio estalló y se esparció rápidamente el viernes por el edificio conocido como “Ghost Ship” (“Buque fantasmal”). Era un almacén enorme que fungía como espacio para artistas aunque algunos vivían ahí ilegalmente, dijeron testigos.

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EEUU: puede haber unos 40 muertos en incendio de Oakland #AFP https://t.co/FDOL6Bcns4 pic.twitter.com/edF9J81PYZ

Antiguos residentes dijeron que el local era también una trampa mortal, pues casi no tenía salidas, tenía una escalerilla improvisada y destartalada, y había pilas de cables eléctricos junto con tablas de madera. El nivel de abajo albergaba a cinco vehículos y había otros espacios que eran alquilados, mientras que el nivel de arriba servía para organizar fiestas como la del viernes por la noche, a la que asistieron unas 100 personas. El agua y la electricidad eran robadas de las líneas de los vecinos, y con frecuencia no funcionaban.

“Si alguien iba a una fiesta allí y no conocía el edificio, pues no conocía el laberinto que tendría que atravesar en caso de que tuviera que salir corriendo”, dijo Danielle Boudreaux, quien era amiga de la pareja que administraba el local.

Boudreaux identificó a esa pareja como Derick Ion Almena y Micah Allison. Dijo que se distanció de Almena el año pasado cuando convenció a los padres y hermana de Allison de que era lugar era demasiado peligroso para los tres niños de la pareja.

La pareja cobraba a los inquilinos para poder pagar la renta del almacén, y usaba las ganancias de las fiestas para cubrir sus gastos cotidianos, dijo Boudreaux. (I)