Un tanque roído es desde hace más de siete meses la cocina de Johana Delgado Bravo. Allí prepara los bolones de chicharrón que vende para generar ingresos tras perder su casa y con ella algunos electrodomésticos.

Con su padre, que padece de males renales, vive en una covacha armada con plásticos y toldas, cercana al edificio de la Junta Parroquial de Crucita.

Carmen Bravo, mamá de Johana, cree que lo que viven luego del terremoto es otra desgracia. Dice su familia que está botada, como lo consideran otras que todavía esperan a los ingenieros que prometieron reconstruir sus casas con apoyo del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).

Publicidad

“En el Miduvi nos dicen que esperen, pero hasta cuándo esperamos. Si ellos quieren que nosotros nos vayamos a arrodillar delante de ellos que nos avisen, nosotros estamos cansados”, reclama Bravo.

Pero la situación se avizora más difícil ante la intervención de la Fiscalía en la oficina provincial del Miduvi por investigar un presunto peculado y supuesto uso doloso de documentos. Asimismo, por la renuncia por motivos personales del director provincial Eder Cevallos. Así, la oficina del Miduvi lleva cerrada más de una semana.

Jennifer Castro asegura que desde hace tres meses no recibe ninguna ayuda y que le aterra la cercanía del periodo invernal, pues afirma que no tiene a dónde ir con su hijo, en cuya espalda hay señas de salpullido, al parecer por la polución.

Publicidad

“Aguantar y soportar lo que se venga como macho, porque realmente no se ve ayuda de parte del Estado”, dice Jorge Luis Zambrano sobre qué hacer al llegar las primeras lluvias.

Lorena Chóez, presidenta de la Junta Parroquial de Crucita, menciona que cerca de 400 familias en comunidades como Los Arenales, San Silvestre, Correagua, Río Grande y el casco central de esta parroquia aún no se les concreta la ayuda en cuanto a la reparación o reconstrucción de viviendas, a casi ocho meses del terremoto.

Publicidad

Un “poquito de comprensión” solicita Fernando Zambrano, coordinador zonal 4 del Miduvi ante los reclamos que surgen de Crucita y de otras localidades de Manabí, una provincia en donde, señala, que hay más de 50 mil familias afectadas y de las cuales ya se han intervenido con más de 30 mil incentivos en construcción y mejoramiento. Reconoce que no se podrá atender a todos en este 2016, pues la planificación se extiende al 2017, menciona.

Dijo que hasta que esté el actual gobierno se pretende llegar entre un 70% al 80% de ayuda en lo concerniente a reparación y construcción de viviendas.

“Esto no se acaba ahora, igual el nuevo gobierno que llega tendrá que hacer es continuar con la reparación. Por poner un ejemplo Chile han pasado 10 años (de terremoto), y todavía tienen trabajo por hacer, aquí en siete meses se ha hecho muchísimo, tanto así que en los tres primeros meses pudimos entregar las primeras viviendas”, destaca Zambrano. (I)

Apuntes
Miduvi

Publicidad

Trámite en jefatura política
Ante el cierre de la oficina del Miduvi en Manabí, por investigaciones de la Fiscalía, los trámites correspondientes a bonos de emergencia por el terremoto se los efectúa en la Jefatura Política de Manta (avenida 10 y calles 13 y 14). El horario de atención es de lunes a viernes de 08:30 a 16:30, informó Fernando Zambrano, coordinador zonal 4 del Miduvi.

400
Casas tienen pendiente obras en la parroquia Crucita.