La edición 25 de la teletón por la vida se efectuó ayer

La Casa Ronald McDonald, ubicada en la ciudadela La Atarazana, atrás de Solca, es un espacio acogedor y colorido que comparten 42 personas, de 21 familias, mientras duren los tratamientos de sus hijos, niños y adolescentes, con cáncer. Una semana están unos y la siguiente semana llegan otros.

Entre todos forman una gran familia, oriundos de varios cantones y hasta provincias, que lucha contra un mismo mal y con una preocupación menos, el alojamiento y los alimentos hasta que se recuperen los pequeños de sus tratamientos para regresar a sus domicilios, coincidieron varias madres.

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Este servicio, que ofrece la fundación del mismo nombre desde el 31 de mayo, aumentará habitaciones (dobles y cuádruples) para albergar a 64 personas, entre los pacientes y parientes, a partir de enero.

Así lo dio a conocer José Luis Salazar, presidente del directorio del organismo, durante la inauguración de la segunda etapa de la casa. A su lado estaba el alcalde Jaime Nebot, presidente de la Fundación Teletón por la Vida, entidad que colaboró con $ 500.000 para la construcción de las fases de la casa.

Con ese evento se dio la apertura oficial de la teletón 2016, en la que se proyectaba recaudar $ 1 millón. Hasta las 16:30, el aporte de los ecuatorianos era de $ 847.130.

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Durante el acto en la Casa Ronald McDonald, que tuvo la presencia del grupo internacional CNCO, Nebot se comprometió a apoyar por tercera ocasión a la fundación para el equipamiento de las nuevas instalaciones. Faltan televisores, almohadas, colchas, toallas, muebles, ventiladores, entre otros enseres, sostuvo Salazar.

Johanna, madre de Gino, que padece leucemia, expresó estar agradecida con la ayuda que le dan. “Nosotros vivimos lejos, no tenemos los recursos para ir y venir todos los días, para la comida. Aquí nos quedamos de lunes a viernes y los fines de semana regresamos a casa. Nos sentimos bien aquí”, comentó la residente de Santa Lucía.

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Ámbar, de 14 años y quien padece de cáncer en el páncreas, y su madre se alojan en el albergue desde agosto. Ellos van una semana y regresan después de ocho días de descanso del tratamiento. “Los niños juegan, se divierten entre ellos y nosotros los padres nos damos fuerzas, nos apoyamos para seguir luchando con nuestros hijos”, señaló la habitante del noroeste de Guayaquil.

Desde la apertura de la casa se ha atendido a más de 300 familias. La fundación inauguró en el 2013 la primera sala familiar en el hospital Roberto Gilbert. Ahí se ha recibido a más de 60 mil familias.

Según Salazar, el próximo proyecto es crear una sala familiar en el Hospital de la Mujer Alfredo Paulson. Están en conversaciones con los directivos de la casa de salud. (I)