El semáforo está en rojo hace ya cinco segundos, pero los conductores de uno de los dos carriles aceleran y pasan; ignoran la luz prohibida, la ley, el peligro para sus vidas y las de otros. Los conductores del otro carril pitan desesperados para exigir que el primero de la fila también viole la ley. Él no lo hace. Escucha no solo pitazos, sino hasta mentadas a la madre.

Esta escena en la avenida Francisco de Orellana, que sucedió a mediados de semana en el redondel de Las Orquídeas, en el norte de Guayaquil, se repite cada vez con más frecuencia en las calles y avenidas de la ciudad. Y hay casos en que los choferes incurren en la falta hasta en zonas donde dan tránsito los agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), que reemplazó hace 16 meses en Guayaquil a la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).

Nuestra línea de cambio es haber estudiado la realidad, cuáles son los incumplimientos a la ley que causan más problemas en el tráfico. Y sobre eso hemos hecho sanciones más drásticas”.

Igual se dan otras violaciones a la ley por parte de algunos conductores. Así, decenas de carros andan sin placas y circulan por el carril exclusivo de la Metrovía (multa es de $ 366, correspondiente a un salario); fuera del centro, el taponamiento de intersecciones es cosa de todos los días; motociclistas llevan hasta cuatro pasajeros sin casco, choferes que hablan por teléfono mientras conducen, buses que dejan y recogen pasajeros donde sea. Y más.

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“Cada vez está peor. Cada quien hace lo que le da la gana, porque parece que los agentes de la ATM no se alcanzan, es que la gente abusa si no la controlan”, dice Juan R., conductor del norte de la ciudad.

Frente a esta realidad, este Diario pidió respuestas a Andrés Roche, gerente de la ATM. Él nos dio una entrevista junto con un equipo de casi una docena de funcionarios, entre ellos Luis Lalama, jefe de operaciones.

¿Es imposible frenar el abuso de ciertos conductores? se le preguntó, después de exponer las diversas faltas. Roche responde: “El programa comunicacional de la ATM dice: El cambio es contigo, y toda la publicidad que ha desplegado la ATM busca determinar la coparticipación que tiene el ciudadano. Porque sería ilógico pensar que para que exista un buen comportamiento tenga que haber un agente de tránsito en cada esquina. Ese consejo policiaco debe desterrarse”.

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Doble columna

Hace anuncios: “Voy a publicar un concurso para contar con unos vehículos pequeños que van a controlar el casco comercial comprendido entre Malecón, Machala, Loja y avenida Olmedo. En ese sector la multa por doble columna o por parquearse en lugares prohibidos va a costar $ 109”.

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Agrega: “Qué bueno que hablemos del bloqueo de intersecciones, antes no hablamos. El próximo año vamos a subir de siete a diez intersecciones el control tecnológico con sistema de cámaras”.

A la gente le importa poco pasarse la luz roja. A ello Roche replica: “Le va a importar, lo pararemos con multas disuasivas”, con cámaras desde 2017, pero recalca: “Guayaquil tiene 800 intersecciones semaforizadas y habría que tener 800 agentes para ver que no se crucen la roja”.

Uso de celular en tránsito

Sobre el uso del teléfono celular al conducir, el funcionario señala que próximamente el Concejo cantonal aprobaría una ordenanza para multar con más de $ 300 al infractor.

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Roche recalca que es importante el apoyo ciudadano. “El próximo año implementaremos una aplicación que permitirá que el ciudadano tome una foto con su celular, la sube a esta aplicación y pasa a un proceso de validación dentro de la ATM y se va a multar al infractor”, anuncia.

Descarta que la ATM ejerza poco control: “La CTE en multas recaudaba casi $ 3 millones; lamento tener que informar que la ATM recauda un millón de dólares mensuales… pero la intención de la ATM no es vivir de las multas”. (I)