Una piscina clandestina de combustibles con capacidad para almacenar unos 10 mil galones descubrió el Ejército en la zona rural de la parroquia Pacayacu, cantón Lago Agrio (Sucumbíos).

La estructura estaba construida de manera artesanal, en una longitud de 10 metros de largo por 4 de ancho, cubierta con plástico de color negro rodeado de estacas y cuerdas que sujetaban el líquido que se almacenaba en tierra, escondida entre la vegetación del sector.

Según Freddy Castillo, subcomandante del grupo de fuerzas especiales 53 Rayo, la gasolina era sustraída del poliducto de Petroecuador que cruza por la zona. Un dispositivo llamado “caliche” perforaba el tubo y con una manguera enterrada, la gasolina era llevada hasta el depósito clandestino.

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Para construir la piscina artesanal, los supuestos contrabandistas se ingeniaron la forma de evadir la vigilancia de los militares, pincharon el tubo en un lugar no visible y enterraron las mangueras hasta el almacenamiento que lo construyeron a tan solo 300 metros de la vía principal que une a Pacayacu y Nueva Loja.

“En un patrullaje nos topamos con la sorpresa de encontrar un acople a la tubería que se sustraían gasolina”, dijo Castillo. (I)