William corre apresurado atrás de su hija Rafaela. Su abuela, Patricia, también la ve de cerca y cuenta a este Diario que el barrio ha cambiado de aspecto con la demolición del estadio Ramón Unamuno y la construcción de un parque que está casi listo y que será inaugurado en pocos días.

Este sitio está ubicado en el cuadrante rodeado por las calles Los Ríos, Cuenca, Tungurahua y Capitán Nájera, en el centro-sur de Guayaquil.

Son las 18:30 del sábado pasado y Patricia está en la acera de la calle Los Ríos, allí donde ahora se levanta una caminera para trotar, juegos infantiles y otras áreas de recreación, en el terreno que antes del 8 de septiembre pasado, fecha en que se inició la demolición, se jugaban partidos de fútbol de ligas colegiales y cantonales.

Publicidad

“Está lindo. Esperamos que den seguridad a la gente que visita el parque porque por aquí pasa gente mala”, indica la mujer de 63 años.

Ella espera que el sistema de iluminación abastezca a la zona para evitar que el lugar se vuelva escondite de ladrones.

La luz del semáforo se pone en rojo y Dayana Piguave apresura su paso por la zona cebra de la intersección de Los Ríos y Cuenca. De sus manos la acompañan sus hijos Alfredo y Sair. Al cruzar la calle, los menores ponen atención a los colores de los juegos infantiles y plantas que adornan esta área.

Publicidad

Del otro lado, en la calle Cuenca, William Avilés, de 66 años, está sentado afuera de su negocio, en espera de que lleguen clientes interesados en los muebles que tiene en venta.

El hombre, de contextura robusta, cree que su negocio, de 33 años de vida comercial en este sitio, podría experimentar un repunte de ventas al haber mayor tránsito de personas. “Espero que le den el mantenimiento adecuado, para que se conserve la inversión del Gobierno. Es necesario que haya guardianía las 24 horas para que se cuide el mobiliario”, indica Avilés.

Publicidad

Son las 19:40 y aún se ve movimiento de obreros en un área contigua al estadio de béisbol Yeyo Úraga. Este recinto deportivo es el único escenario que queda en pie, también fueron demolidos el coliseo Abel Jiménez Parra y el gimnasio de box César Salazar Navas. Estas demoliciones forman parte del proyecto gubernamental para dotar a esta zona de un área de recreación y canchas deportivas múltiples.

En Capitán Nájera hay una pequeña ventana desde donde se veía el Ramón Unamuno. Gustavo del Rosario Mendieta, de 82 años, dice que extraña al otrora escenario considerado como la cuna del fútbol del Guayas. Anhela esas tardes de fútbol colegial, de aquellos gritos de gol que se colaban por los cuartos de su casa. En el Unamuno incluso hubo encuentros estelares como el que disputaron Barcelona y Emelec, el 22 de agosto de 1943. (I)