Inconvenientes de última hora postergaron ayer el traslado de la escultura gigante del Cristo del Consuelo a Guayaquil.

“Teníamos planificado trabajar toda la noche del viernes pasado para comenzar a ubicar la escultura en los camiones que la transportarán al Puerto Principal, pero desafortunadamente un corte de energía eléctrica nos impidió cumplir con los trabajos planificados”, manifestó el escultor Nixon Córdova.

El equipo a cargo del traslado de la escultura tenía previsto reunirse anoche para establecer un nuevo calendario de salida hacia Guayaquil; además, se adelantaban otras labores, como una limpieza de la escultura en el mismo taller, con lo que se ganaría por lo menos un día de lo que se tenía planificado. En Guayaquil, la imagen será colocada en el sector de Cisne 2, en el suroeste del Puerto Principal.

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En Quito, los técnicos trabajaban ayer en unir varias de las piezas ubicadas en el torso, una vez que se habían ajustado las coordenadas internas de la escultura, lo que le permitirá permanece al monumento con una perfecta simetría con relación a la base y la cruz.

La escultura será trasladada en dos tráileres. Como se trata de la imagen de Cristo crucificado, abierto los brazos, el cuerpo, sin los brazos, será ubicado en un vehículo, mientras que los brazos irán en otro.

La unión de las extremidades superiores se realizará en Guayaquil, con lo que quedará lista la escultura para ser subida en la plataforma.

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Pese a las labores de contingencia, Córdova se veía preocupado. “Estos inconvenientes, que ya salen de nuestras manos, me ponen estresado. Pero hay que aceptar que existen los imponderables y tranquilizarse”, reflexionó. Y resaltó el apoyo de todo el equipo que está trabajando en la obra.

Gabriel Orozco, el responsable de la empresa Funsa, la fundidora de la escultura, con todos sus técnicos, trabajaban en varios frentes para recuperar el tiempo perdido por el corte de energía eléctrica. (I)