Una batalla estaba a punto de llevarse a cabo, la música de suspenso recreaba un ambiente de misterio. El escuadrón de pequeños jedis, luciendo sus capas cafés y sus lifesavers, que son unas espadas en colores fosforescentes que aparenta ser de láser; se mantenía alerta a la llegada de los malvados Kylo Ren y Tie Pilot.

Los espectadores hacían silencio mientras los niños mostraban sus movimientos de ataque, bloqueo y de control de la fuerza con su mente, que acababan de aprender en un rápido entrenamiento impartido por jedis legendarios.

Allí, durante la batalla, no podían faltar los aplausos, sonrisas y fotografías de los padres viendo a sus pequeños desenvolverse como todos unos héroes de la clásica saga de La Guerra de las Galaxias.

Publicidad

“Mi nieta Gabriela es fanática de estas películas, por eso la hemos traído a participar, ella se ha visto varias películas y hasta las series animadas. Para ella esto ha significado vivir una fantasía que le permite ser parte de lo que ha visto por una pantalla”, dice Diego Toro, abuelo de esta pequeña de 5 años.

Esta actividad dirigida a niños entre 6 y 12 años, formó parte del programa de Galactic Expo, una exposición creada por la Legion 501 y Rebel Legion y que se realizó en el centro comercial Village Plaza desde el jueves 10 hasta el domingo 13 de noviembre.

Legion 501 y Rebel Legion son dos clubes oficiales reconocidos por la marca Disney, e integrados por aficionados a dicha saga cinematrográfica.

Publicidad

A más de las actividades interactivas en la escuela de combate The Force Training, en las que convertían en jedis a los niños, a quienes incluso les entregaban un certificado de participación, también hubo una exposición permanente de piezas de colección.

Según Roberto Pólit, miembro de ambos clubes, unas 2.000 personas asistieron por día a la exhibición de las más de 50 piezas oficiales de personajes como Obi Wan, Han Solo, Luke, Princesa Leia, Comandante Cody, Stormtrooper, Fin; así como maniquíes de personajes como Darth Vader, Red Guards, entre otros, que medían más de 50 cm.

Publicidad

Entre los favoritos estuvo Chewbacca, un wookie de 2,21 metros, con mucho pelaje, quien junto a R2D2, una pieza de robot animada de 1,07 metros, que a más de tener movimiento, imitaba los sonidos de dicho personaje en la película, eran la atracción para las fotografías de los aficionados.

Por los pasillos era fácil reconocer a aquellos fanáticos, de esos que saben el nombre de todos los personajes, las películas y los cómics, como Javier Pérez, quien no perdía oportunidad de tomar fotografías haciendo el mayor acercamiento del lente para capturar hasta el mínimo detalle. “Lo que más me ha llamado la atención son las piezas optativas”, decía mientras señalaba a las piezas bandai tamashi nations samurais de stormtroopers, Darth Vader y Boba Fett.

Él cuenta que su afición la heredó de su padre, quien a través de un LP lo hacía escuchar las películas de la saga a manera de cuento. “Con cada cosa relacionada a Star Wars, yo recuerdo mi infancia, aquellos tiempos con mi papá”, dice.

De la misma manera para Emilio, de 8 años, su padre, Francisco Narváez, fue quien lo involucró con este mundo de acción y fantasía. Francisco cuenta que todo comenzó cuando el tenía 10 años. Hasta ahora se ha visto como mínimo unas 10 veces cada película. Él pertenece al chat de fans del club Legion 501, y espera ser miembro de la misma con su traje de Darth Vader.

Publicidad

Estos clubes no tienen fines de lucro, ya que no cobran ningún valor por participar en eventos de ayuda social a los que son invitados o en exposiciones como estas.

Todas las actividades de este evento fueron gratuitas. Para participar en los entrenamientos jedis solo era necesario inscribir a los niños en los horarios preestablecidos, que eran de 12:00 a 17:00, con una duración de media hora cada uno, hasta conformar un grupo de 15. Esta actividad se realizó únicamente sábado y domingo.

Durante ambos días los cupos se llenaron y algunos niños no pudieron realizar la actividad, como fue el caso de Andrés, quien pegado al área de batalla no despegaba la mirada durante el entrenamiento para luego imitar los movimientos. “No sabíamos que había este evento, solo vinimos a almorzar y al darnos cuenta de la exposición fuimos a ver de qué se trataba y nos encantó, somos una familia fan de La Guerra de las Galaxias”, dijo Estuardo Morales, el papá.

Además de los entrenamientos y la exhibición de las piezas, miembros de los clubes se paseaban por los pasillos luciendo sus trajes oficiales y posando para las fotos de todos los que se les acercaban. Entre los disfrazados estaban la princesa Leia, una Jawa, Darth Traya, Stormtrooper, Darth Vader, y jedis.

Los clubes
La admiración por la historia y la imaginación del contexto y sus personajes desarrollan en ciertas personas esa pasión por la saga, como es el caso de Sergio Palma, el comandante oficial de la Legión 501, quien fundó este club hace unos 6 años.

Él cuenta que como en Ecuador no había un club oficial en ese momento, él tuvo que integrar uno en Costa Rica, luego de que la marca aprobara su traje de Stormtrooper.

Así poco a poco comenzó a conocer a más fans de la saga que querían formar ya un grupo nacional, lo que se consiguió un 19 de noviembre. Actualmente, el equipo está formado por 25 voluntarios, todos con trajes de los personajes antagónicos de la historia.

Tres años después se conformó el grupo Rebel Legion, otro club oficial liderado por Giovanni Rodríguez, y que actualmente está conformado por 15 personas que utilizan los trajes de los personajes buenos de las películas.

Giovanni asegura que en el Ecuador existen solo cuatro grupos oficiales y reconocidos por la marca Disney, que son los dos mencionados y uno conformado por los drones, y otro por los caza recompensas, en relación con las cintas cinematográficas.

Los dos clubes organizadores de este evento participan en diferentes proyectos sociales como visitas a niños enfermos, entrega de juguetes, asisten a actividades deportivas como carreras benéficas, entre otras actividades.

“Es mágico ver la expresión de los niños cuando visitamos un lugar, ellos de verdad creen que los personajes son reales, que han salido de la pantalla para verlos; vivir esta experiencia es lo más bonito de integrar el club”, dice Giovanni.

Esta es la primera exposición de este tipo. Tienen previsto repetirla en diferentes lugares. (I)

Dato
Un traje oficial, adquirido por los miembros de estos clubes puede costar unos $ 2.000

Dato
Las piezas de exhibición, que están certificadas, cuestan más de $ 1.000

Es una actividad muy entretenida para las personas que disfrutamos de este tipo de películas y que conocemos la historia y los personajes, me ha gustado toda la exposición”.Estuardo Morales, Espectador