La Policía buscaba este martes a nueve argelinos fugados de un centro de retención para extranjeros en situación irregular en el sureste del país tras un motín en el que fueron heridos nueve agentes, informó la delegación del gobierno en Murcia.

Se trata del sexto incidente de estas dimensiones en un centro de internamiento de extranjeros (CIE) desde agosto, lo que indica el incremento del malestar de los migrantes retenidos en estas instalaciones, denunciadas por las asociaciones de defensa de los derechos humanos.

El lunes por la noche algunos migrantes retenidos en el centro de Murcia prendieron fuego a papeles y ropas para llamar la atención y agredir a los policías que acudieron, explicó a la AFP una portavoz de la delegación del gobierno en esta región.

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Nueve consiguieron fugarse del centro y nueve policías resultaron ligeramente heridos, informó el cuerpo de seguridad.

En octubre, dos fugas permitieron la huida de 73 migrantes de este centro, que actualmente cuenta con 98 reclusos según la delegación del gobierno. El principal sindicato policial de España, el SUP, reclama también su cierre.

“No puede permanecer abierto un minuto más“, denunció el portavoz sindical en Murcia Javier Monje, señalando la falta de medios de la instalación por el rigor presupuestario impuesto en la policía tras la crisis económica.

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Según él, el centro no dispone de vallas antitrepado, los muros son bajos, no hay puertas automáticas y los agentes carecen de equipación adecuada.

En España hay siete centros de internamiento de extranjeros, donde retienen a aquellos inmigrantes sin permiso de residencia mientras la justicia decide si deben ser deportados o no.

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En 2015, 6.930 personas pasaron por estas instalaciones muy criticadas por las asociaciones de apoyo a los inmigrantes que piden su cierre ante los supuestos malos tratos y violaciones de los derechos humanos que se producen en su interior.

La presión por su cierre aumentó en las últimas semanas coincidiendo con una serie de altercados en varios centros, especialmente en las instalaciones de Barcelona y Madrid.

A principios de noviembre, unas 70 personas se amotinaron en el centro de Barcelona tras el intento de fuga de unos 40 argelinos y a mediados de octubre alrededor de 40 migrantes se rebelaron en el CIE de Madrid, rompieron muebles y se pasaron la noche protestando en el tejado, gritando “libertad!”. (I)