Respondo el llamado del espíritu y avanzo por un camino dirigido de manera divina.

Responder el llamado
Existen momentos en los que me siento inclinado a ayudar a los demás: a abogar por una causa o por un necesitado. Mientras más me involucro en este tipo de cometido, más siento el llamado de hacer la diferencia en el mundo. Ser llamado a ayudar a otros es algo que me apasiona, y tengo la seguridad de que el Espíritu divino me dirige de maneras que me ayudan a hacerlo. Al ir a mi interior por guía, recibo nueva comprensión acerca de cómo puedo establecer una red de contactos que me ayuden en mi causa y cómo puedo apoyar organizaciones con valores congruentes con los míos. Dios me guía a establecer un cambio positivo en mi vida y en las vidas de los demás.

Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces. (F)