Cientos de productos más baratos y de buena calidad entrarán al Ecuador como consecuencia del acuerdo comercial multipartes de Ecuador con la Unión Europea (UE).

Licores, autos, electrodomésticos, tecnología, entre otros, se podrán importar con menores aranceles a base de una tabla de desgravación que va de 0 a 10 años de plazo.

Esto se llegaría a concretar tras la firma del acuerdo, prevista para el 11 de noviembre próximo y su ratificación en diciembre de este año.

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Esta nueva variedad de productos sería la principal ventaja para la población ecuatoriana, explica Bernardo Acosta, analista económico y catedrático universitario. Señala que en los últimos años la gente ha decidido ir de compras a países vecinos para tener menores precios, porque el país se ha vuelto muy caro.

En este sentido, el acuerdo generaría una baja de precios.

Para Acosta, el acuerdo conseguirá mejorar el poder adquisitivo, pero también se protegen cientos o miles de plazas de empleo en el sector exportador (atún, brócoli, flores, banano y otros) que sin preferencias y sin el acuerdo a inicios del 2017 se hubiesen visto afectadas.

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En autos, David Molina, presidente de la Cámara de Industria Automotriz del Ecuador (Cinae), considera que más allá de las implicaciones sectoriales el acuerdo es positivo para el país. Analiza que generará mayor ingreso de divisas y por tanto mayor capacidad de compra, lo cual hará que la gente compre vehículos nacionales como extranjeros.

El dirigente dice que a la industria local no le preocupa el acuerdo, pero pide al Gobierno que se permita una baja de aranceles de los CKD (partes y piezas) importadas para poder competir como iguales.

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Explica que en el caso de los vehículos europeos que ahora pagan un 35%, en 4 años pagarán 15% y en 7 años, 0%. Si no se cambian las reglas de importación de estos materiales para la industria nacional, entonces será muy difícil competir.

Para José Hidalgo, director de Cordes, los beneficios que conlleva el tratado son más que los daños que se puedan generar a ciertos sectores.

Cree que habrá la posibilidad de que importadores europeos vean a la producción local como una fuente de compra que tiene beneficios arancelarios de manera indefinida. Los exportadores así pueden competir en igualdad de condiciones con otros países similares como Colombia y Perú. (I)