Un almuerzo en Carondelet por las reformas a los sistemas de seguridad social de la Fuerza Pública es la cita que este lunes dejó pendiente el legislador Fausto Cayambe, recordó ayer el presidente Rafael Correa en el mensaje de despedida que dio durante la eucaristía celebrada en la capilla ardiente instalada en la Asamblea.

Antes de que el cuerpo fuera trasladado a un camposanto de la capital, la Asamblea realizó un homenaje póstumo en el que intervinieron Correa, la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira (AP), la de la Comisión de Derechos de los Trabajadores, Marllerly Vásconez (AP), y el hermano del legislador, Nelkis Cayambe.

Correa recordó el festejo de su último cumpleaños el 24 de junio, en el patio de comidas de los reubicados de la J, en Solanda, en el sur de Quito. Rivadeneira destacó el compañerismo de Cayambe (falleció por un edema pulmonar). Vásconez, las leyes aprobadas con la colaboración de Cayambe.

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En el pleno, los asistentes gritaron más de una vez: “Fausto vive, la lucha sigue”.

Y fue leído un manifiesto de 16 asambleístas de varias bancadas reconociendo a Cayambe como ser humano.

La Asamblea entregó un Acuerdo de reconocimiento y la bandera del país a la familia. La canción Chinchinal, la preferida del asambleísta y Hermanos fueron entonadas al final. La banda del Colegio Mejía acompañó la salida del féretro por la Plaza Juan Montalvo de la Asamblea. (I)

Independientemente de nuestras diferencias políticas, queremos reconocer en Fausto su entrega, humildad y alegría. Descansa en paz, compañero.Manifiesto de bancadas legislativas