La trama del caso de corrupción que relaciona a funcionarios brasileños y a la constructora Odebrecht vuelve a “levantar el polvo” y a provocar escándalos en la clase política.

Ayer el propietario de la empresa Marcelo Odebrecht, quien purga una condena de 19 años de prisión por pagar 30 millones en sobornos para obtener contratos públicos, llegó a un acuerdo con la policía para delatar a varios políticos y funcionarios que estarían vinculados con el caso Lava Jato, que investiga la red de corrupción que hubo con la petrolera estatal Petrobras.

Odebrecht, al igual que otros 50 directivos de la constructora, se acogerán a la opción de “delación premiada”, por la que a cambio de información se reducirían sus condenas, según una publicación de Globo.

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Durante la etapa preliminar en que negociaron los acuerdos, los ejecutivos ya habían citado los nombres del presidente actual de Brasil, Michel Temer, y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Además nombraron a 150 personas, entre diputados, senadores, ministros, gobernadores y expolíticos.

Según el medio brasileño, las acusaciones alcanzan a miembros y líderes de los principales partidos políticos del país, de diferentes tendencias.

“En la caja de Odebrecht no había distinción partidaria o ideológica”, fue lo que mencionó uno de los trabajadores.

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Las revelaciones de los empresarios ayudarían en las investigaciones del Lava Jato, aunque para ver su resultado deberá pasar largo tiempo, puesto que cada uno será interrogado alrededor de 10 veces.

En el último mes, el caso Lava Jato volvió a convertirse en noticias de alto impacto. La serie se inició con el arresto de Guido Mantega y Antonio Palocci, exministros de Hacienda de los gobiernos de Lula, y la detención del expresidente de los diputados, el ultraconservador Eduardo Cunha, el gestor del impeachment que en agosto derrumbó al gobierno de Dilma Rousseff, refiere AFP.

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Los avances del caso coincidieron con la aparición de un proyecto de ley para castigar “abusos de autoridad cometidos por miembros del poder o agentes de la Administración Pública”.

En tanto, la Policía Federal de Brasil investiga a Lula, quien podría haber recibido sobornos por 2,5 millones de dólares de empresas vinculadas a la corrupción en Petrobras. (I)