A solo 15 días de los comicios, Donald Trump bregaba ayer por mantener su estrecho margen a la presidencia en un estado donde debe de ganar, Florida, mientras que Hillary Clinton le trata de cerrar la puerta en el estado reñido de Nueva Hampshire.

El equipo de Trump reconoce públicamente y en la intimidad que su mapa electoral es sombrío. Y los dirigentes republicanos temen que esa debilidad se contagie a sus candidatos al Senado en estados muy reñidos como Florida, Nueva Hampshire y Pensilvania.

Sin embargo, en público el multimillonario neoyorquino no admitía nada malo. Ayer también fustigó a la prensa, uno de los blancos preferidos de su campaña, al tuitear: “Medios se alinean con Clinton pero Trump ganará”. Además acusó a la prensa de estar divulgando “encuestas falsas”, en un evento con agricultores en Florida en un campo de calabazas.

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“Estamos ganando estas elecciones, de verdad creo que estamos ganando”, dijo Trump parado frente a montículos de productos agrícolas. (I)