La frase “hasta que la muerte los separe” tiene cada vez menos vigencia en España, donde 1.593 ecuatorianos se divorciaron en el 2015, un 5,7 % más que los 1.507 contabilizados en el 2014, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) a las que ha accedido Diario EL UNIVERSO.

La cifra confirma la existencia de una tendencia ascendente de divorcios en el grupo de migrantes ecuatorianos, puesto que en el 2013, los compatriotas que cesaron de manera definitiva su convivencia conyugal fueron 1.420, es decir, 173 menos que solo hace un año atrás y 87 menos que en el 2014.

Volviendo a los datos de 2015, la estadística del INE permite establecer que la mayoría de ecuatorianos que se divorcia es mujer, 824, frente a 769 hombres.

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La estadística, además, deja ver que 1.050 de los ecuatorianos divorciados estuvieron casados entre ellos, lo que significa que, el pasado año, 525 matrimonios entre compatriotas llegaron a su final.

En el 2015 también se divorciaron 221 ecuatorianas casadas con españoles, al igual que 175 ecuatorianos que habían contraído nupcias con españolas.

Las cifras del INE, sin embargo, podrían no reflejar en toda su dimensión la realidad de los migrantes ecuatorianos en España, en lo que respecta a su estado civil.

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El Consulado de Ecuador en Barcelona ha explicado a EL UNIVERSO, vía correo electrónico, que los divorcios deben hacerse en el lugar donde se escenificó el matrimonio. “Si el matrimonio se realizó en Ecuador, deberá ser disuelto por juez ecuatoriano en Ecuador”.

Si los cónyuges no se encuentran en territorio ecuatoriano, como es el caso de los migrantes, los interesados pueden realizar un poder especial a favor de un abogado para que lleve adelante todos los trámites relacionado con el divorcio en Ecuador.

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En el caso de los ecuatorianos nacionalizados y por ende acogidos al convenio de doble nacionalidad entre Ecuador y España, “podrían divorciarse ante leyes españolas, pero igualmente, deberán contratar los servicios de un abogado en Ecuador, para tramitar el divorcio ante leyes ecuatorianas, que es donde en definitiva, se efectuó el matrimonio”.

“Siempre es preferible divorciarse en el lugar donde se celebró el matrimonio. De no ser así, puede suceder que la persona piense que está divorciada y siga siendo casada en Ecuador”, ha precisado el Consulado. (I)