En la habitación de una clínica permanece el joven de 25 años que conducía el auto que impactó con otro que esperaba la luz roja y atropelló a María Victoria Peña, en el km 1,5 de la av. Samborondón, el 21 de septiembre pasado. Por el impacto, la mujer perdió las piernas y está en una lenta recuperación.

Él se encuentra en una casa de salud privada por una fractura en la pierna y está bajo custodia de personal de la Comisión de Tránsito del Ecuador, según el abogado que lleva su caso, Wladimir Intriago.

El joven cursaba sus estudios universitarios y tuvo que interrumpirlos luego del accidente. Fue un cambio drástico en su vida, por un accidente que se dio en segundos. Está deprimido y recibe terapia psicológica para sobrellevar la situación, pues debe cumplir una pena de prisión por 30 meses y cancelar $ 362.100 como reparación integral a la víctima, según la sentencia de primera instancia que emitió la Unidad Judicial de Samborondón el 7 de octubre.

Publicidad

Hoy, en ese despacho se desarrolla una nueva audiencia. Esta vez solicitada por la parte sentenciada, que pide la sustitución de la pena de cárcel por medidas sustitutivas.

Es hijo único y sus padres están desesperados, señala el abogado Intriago, quien sostiene que el joven, al ser universitario, no trabaja y no cuenta con recursos para pagar la indemnización impuesta, “cantidad desmesurada y exagerada”.

Intriago hace referencia a otro accidente de tránsito en el que un jugador de fútbol en estado de embriaguez causó la muerte de una persona. La sentencia dictaminó una indemnización de $ 100.000.

Publicidad

“Es desmesurada, no solo es ver la situación económica (de la mujer): va a recibir prótesis y recuperar su vida. No murió, está viva”, expresa el abogado.

Afirma que se cumple con los requisitos del artículo 630 del COIP (Código Integral Penal) –como no tener otros procesos (no ha tenido ningún accidente de tránsito ni citación por contravención, según Intriago); la sentencia menor de cinco años, entre otras. Por eso pedirá que el joven cumpla la pena con medidas sustitutivas, como presentarse una vez a la semana, cada quince días.

Publicidad

“Esto, para que el joven pueda retomar sus estudios, trabajar y pagar lo que se establezca”, indica Intriago. “Estando privado de su libertad, qué gana la sociedad, qué ganan el Estado y la misma víctima”, interrogó Leonela Fariño, también abogada del grupo de Intriago.(I)