El presidente Rafael Correa suscribió ayer un nuevo decreto que declara estado de excepción para las provincias de Manabí y Esmeraldas. Se trata de uno similar al que estuvo vigente hasta ayer y que fue renovado desde el 16 de abril pasado, por el terremoto de magnitud 7,8 de esa fecha, que dejó 671 muertos y daños materiales.

El decreto, que facilitará al Gobierno, entre otras cosas, continuar atendiendo y contratando obras de emergencia, se da en la víspera de que se cumplan seis meses de la tragedia.

Y pasado ese lapso, en las zonas afectadas aún siguen las tareas de derrocamiento de edificaciones afectadas. Continúa también el drama de los heridos y mutilados que tratan de resanar sus heridas; sigue el dolor de los familiares de los fallecidos; en unos casos continúa aún la espera por apoyo estatal. Iniciamos una serie de reportajes, hoy con el drama de tres familias desmembradas. (I)