Los miembros del Consejo de Administración Legislativa (CAL) aún no conocen el pedido de sanción a la asambleísta de Tungurahua Betty Carrillo (AP) por parte del asambleísta nacional Ramiro Aguilar (antes de SUMA).

En la sesión del pleno del pasado jueves, durante el segundo debate del proyecto de ley que reforma las leyes de seguridad social de las Fuerzas Armadas y la Policía, Carrillo indicó que Aguilar permanentemente está desinformando, que sabe perfectamente quién es, a quién representa y qué intereses defiende. “Te veo, nomás pues, te veo, cretino, mamarracho”, le dijo.

Aguilar pide al CAL que se imponga a Carrillo la sanción máxima que para este tipo de casos establece la Ley Orgánica de la Función Legislativa: la suspensión temporal del ejercicio del cargo, sin derecho a sueldo de hasta 30 días.

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El asambleísta argumentó que los términos usados por Carrillo son “agresivos e insultantes” y que se enmarcan en dos faltas de los asambleístas establecidas en la norma: maltratar de palabra o de obras a los asambleístas o funcionarios de la Asamblea y expresarse con términos ofensivos, discriminatorios o que inciten al odio en el pleno y las comisiones.

Fausto Cayambe (AP), vocal del CAL, dijo ayer que el órgano aspira a tratar en sesión del lunes o martes el tema y que actuarán sin sesgo político.

En lo que va del periodo legislativo 2013-2017, dos asambleístas de oposición han sido sancionados por sus actuaciones o expresiones verbales en el pleno: Abdalá Bucaram Pulley (PRE) y Magali Orellana (PK).

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Bucaram fue suspendido dos veces por treinta días sin sueldo por pedido de la primera vicepresidenta de la Asamblea, Rosana Alvarado (AP), y por Zobeida Gudiño (AP) por supuestas agresiones verbales.

A Orellana también le impusieron la máxima sanción por reclamar en el pleno a la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, por no permitirle intervenir. (I)