Un aspecto destacado en la planta de tratamiento Las Esclusas, que el Municipio levantará en el sur de Guayaquil, a un plazo de 40 meses hasta su operatividad, es la producción de biocombustible, que alimentará a la infraestructura, diseñada en un área de 24 hectáreas, símil a 22 canchas de fútbol.

Durante la firma del contrato de construcción, Andrés Mendoza, presidente de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag), señaló que las aguas ya tratadas y no contaminadas irán al río Guayas, como lo hace Chile con su respectivo afluente, que tiene menos caudal, profundidad y ancho, refirió, que el río del Puerto Principal.

Aludiendo que la construcción de la nueva obra se enmarca en los festejos por los 196 años de independencia de Guayaquil, el alcalde Jaime Nebot reseñó cómo ha aumentado la cobertura de alcantarillado desde el 2000, cuando el Municipio y un hotel cercano, recordó, recibía agua de tanqueros.

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Sostuvo que se ha logrado incorporar al sistema a 800.000 personas y que de ellas, 4.000 han dejado de contaminar con descargas domiciliarias el río y el estero Salado. La cobertura de alcantarillado, destacó, alcanza el 92% de la ciudad.

Nebot fue testigo de la firma del convenio entre Emapag y el Banco Mundial, representados por José Luis Santos y Óscar Alvarado, en su orden.

El Banco Mundial otorgó un crédito de $ 102,5 millones, a 35 años plazo, 15 de gracia, al 3,96% de interés anual, indicó el Cabildo en un comunicado.

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El financiamiento contempla “otros $ 102,5 millones, a 20 años plazo, con 5 de gracia y a 3,99% de interés anual del Banco de Inversiones”, agregó el ente municipal subrayando la obra complementaria de rehabilitación del alcantarillado sanitario del suburbio oeste, parroquia Febres Cordero.

El Municipio prevé contratar otras dos plantas: Pantano Seco en la vía a la costa, y Los Merinos, en el norte. (I)