Hace veinte años, Yunan Yenchong se adentró en el mundo de los bonsáis, varias revistas sobre el tema la sedujeron para diseñar cada día los pequeños árboles, de los cuales uno de ellos le dio el reconocimiento al mejor ejemplar en un concurso latinoamericano.

El pasado mes, por motivación de varios de sus maestros decidió ingresar al concurso Photo Contest 2016 (Concurso de Bonsái a través de Fotografía), auspiciado por la Federación Latinoamericana de Bonsái (Felab).

Ese fue su primer concurso en el que ingresó con dos de sus ochenta árboles de bonsái que decoran el patio trasero de su residencia en la urbanización Las Riberas, en La Puntilla.

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Con alegría rememora que se llevó la sorpresa de haber ganado el primer puesto en la categoría bosques con su árbol de especie Amourette y el tercer lugar con un bonsái ficus salicarias. De los 217 árboles participantes de ocho categorías, el árbol ganador ingresó en el top 10 en la clasificación general.

Cuando se enteró de que había ganado el primer puesto a través de una llamada telefónica, Yunan saltó con ansias para contarle a su familia. Eso lo recuerda mientras, la noche del lunes 10, corta en forma oval las largas ramas y riega las pequeñas especies en su patio.

Ella, que pertenece al Club de Bonsái de Guayaquil, cuenta emocionada que los logros nacionales también recayeron sobre otro compatriota, José Carmigniani, quien ganó el tercer puesto en la categoría Penjin.

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“El bonsái es un arte maravilloso, viviente porque uno comienza y nunca para de diseñar el árbol puesto que este siempre está en constante cambio”, cuenta Yunan.

La amante de la pintura compara las tareas con sus árboles con la creación al óleo del alguna pintura. Es una amante de crear paisajes. “Tienen que estar siempre ubicados en un lugar especial, al sol, conocer lo básico en botánica”, recomienda Yunan, quien asegura que la tarea provee paz.

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Aunque el diploma de reconocimiento es digital, ella se siente halagada de haber participado junto a maestros guías. Resalta que un bonsái siempre debe motivar a desear estar bajo su sombra.

Sus 20 años de experiencia los comparte impartiendo talleres, vendiendo o manteniendo su interés en torno al cuidados de los bonsái. Eso lo comparte en su página de Facebook: Vida Bonsái.

En los próximos meses, su árbol se incluirá en un libro en el que estarán los mejores árboles de bonsái latinoamericanos. Eso la llena de orgullo y satisfacción, cuenta. (I)