Victoria Quiroga ingresó a la iglesia avanzando de rodillas por el pasillo central del templo que estaba repleto de feligreses atentos a la misa oficiada por monseñor Plácido Muñoz, desde las 11:00 de ayer.

Mientras proseguía lentamente, la mujer iba rezando, agradeciendo por las gracias recibidas, según ella, por la intercesión de la santa ecuatoriana Narcisa de Jesús, que ayer cumplió ocho años de haber sido canonizada por el papa Benedicto XVI, en Roma.

Y por eso en el cantón Nobol se vivió un ambiente de fervor religioso en el santuario nacional Santa Narcisa de Jesús, así como en sus inmediaciones.

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Decenas de fieles llegaron de distintas localidades del país para participar en la misa de las 11:00. De Naranjito, Quevedo, Ventanas, Balzar, Echeandía, entre otros lugares.

Algunas personas cargaron imágenes de la santa, otras portaron objetos religiosos como rosarios, escapularios, estampitas y demás, que hicieron bendecir por el padre Muñoz, uno de los impulsores del templo.

Al llegar a la parte delantera de la iglesia, cerca del altar, Quiroga se persignó, se levantó y ubicó a un costado, como muchos otros devotos.

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“Cuando yo tenía 8 años mi madre me entregó a la Narcisita porque me iban a hacer una operación. Ahorita ya tengo 66, y estoy bien gracias a Dios y a ella”, comentó la mujer que llegó desde Quevedo junto con su hijo, Jorge Jami.

Durante la homilía el padre Muñoz destacó la vida de la santa como un ejemplo a seguir. Y consideró importante que la gente participe en celebraciones como la de ayer para mantener activa la devoción.

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“Narcisa de Jesús no necesita de mucha propaganda, pero sí es importante que le recordemos a la gente eventos como su canonización”, citó el clérigo.

Fieles como Bélgica Casalomoría Valero, Yalila Pogllo y muchos otros, recorrieron el área del templo donde están las reliquias de la santa. (I)