Nicolás Flores era “un niño de trapo” después de un accidente que le dejó graves lesiones cerebrales. Pero a sus 16 años habla y camina, un “milagro” que su familia atribuye al cura Brochero quien será canonizado este domingo en Roma.

“Siento como hormiguitas en la panza cuando toda la gente me va a ver”, dice a la AFP Nicolás Flores, el adolescente estará presente en el Vaticano, y que dejó atónita a la medicina por haber recuperado el habla y el movimiento, dos facultades que dependen de la parte del cerebro que perdió, el hemisferio izquierdo.

Sus padres, Sandra Violino y Osvaldo Flores, atribuyen el milagro al cura Brochero, de quien han sido devotos toda su vida. En su santuario se casaron y bautizaron a su único hijo.

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El otro milagro del cura es la niña Camila, de la provincia de San Juan, quien sufrió a los 9 años –en 2013– una golpiza brutal en su casa que la dejó en coma y con daños cerebrales irreversibles, según los médicos. Mientras su madre y padrastro se responsabilizaban mutuamente del maltrato ante la policía, su abuela pidió por su vida a Brochero.

Sin una explicación científica, Camila se recuperó, dejó atrás la respiración mecánica y ahora lleva una vida normal.

José Gabriel Brochero es el Cura Gaucho, que será canonizado en el Vaticano por el papa Francisco y ante dos niños argentinos con casos y pronósticos científicos similares.

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De poncho, mate en mano y montado sobre su mula ‘Malacara’, la réplica de la imagen más emblemática del cura Brochero llegará a Roma junto a cientos de peregrinos de la provincia argentina de Córdoba.

Las familias de los dos niños afirman que sanaron gracias al Cura Gaucho que murió ciego y de lepra en 1914.

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“Nico es un milagro de Brochero, trabajado y permanente”, desde que sufrió el accidente a sus 11 meses de edad en el año 2000, dice su madre en su casa, a unos 150 km de los pueblos de Traslasierra que evangelizó Brochero.

La madre recuerda que “al principio era un niño de trapo, no respondía a ningún estímulo, ni siquiera lloraba”.

Con Nicolás y Camila, cientos de peregrinos sudamericanos estarán en Roma el domingo para ver la ceremonia que dará el papa argentino. (I)