Mike Pence se complace en repetir que es “cristiano, conservador y republicano, en ese orden.”

Ahora el candidato a vicepresidente enfrenta una prueba crucial cuando Donald Trump, luego de sus declaraciones obscenas sobre las mujeres, se apresta a debatir con Hillary Clinton.

Trump ha jurado seguir en la contienda.

Publicidad

Pence dejó bruscamente de hacer campaña por Trump el sábado al difundirse un video en el que el empresario ofrece disculpas por sus declaraciones de 2005 en las que describe su conducta agresiva hacia las mujeres.

Pence dijo en un comunicado sobre Trump que no “condonará sus declaraciones ni puede defenderlas.”

“Oramos por su familia y aguardamos con ansias la oportunidad que tiene de mostrar lo que siente en su corazón cuando comparezca ante la nación“, dijo el gobernador.

Publicidad

La posición que asuma Pence en esta ocasión podría redundar en su favor si decide postularse a la presidencia en 2020.

Pence no se atreve a mencionar esa posibilidad, porque significaría dar por sentado que Clinton ganará estas elecciones el 8 de noviembre.

Publicidad

Pero muchos republicanos están hablando sobre Pence y la presidencia, entre ellos legisladores, gobernadores y un ex presidente.

Los senadores Mike Lee de Utah y Mike Crapo de Idaho han exhortado a Trump a que desista de la campaña para que Pence encabece la fórmula. La senadora Kelly Ayotte de New Hampshire dice que escribirá en su boleta el nombre de Pence, no el de Trump.

Pence canceló su aparición en un acto en Wisconsin el sábado junto con el presidente de la cámara baja Paul Ryan, en el que estaba previsto que abogara por Trump.

“Estoy seguro de que está horrorizado“, dijo Mike Murphy, un estratega de relaciones públicas que conoce a Pence desde hace 10 años. “Impugnamos a Bill Clinton y no podemos impugnar a Trump para sacarlo de la boleta electoral. Pero ojalá existiera un mecanismo para hacerlo.” (I)

Publicidad