Los representantes de las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos acordaron ayer mantener el alto al fuego en Colombia, y discutir “propuestas de ajuste” al acuerdo de paz que fue rechazado sorpresivamente en el plebiscito efectuado el pasado domingo.

Pese al resultado electoral, las partes reunidas en Cuba se mostraron resueltas a persistir en una salida negociada al último conflicto armado del continente, un esfuerzo que le valió a Santos la asignación del Premio Nobel de Paz este mismo viernes.

“Reiteramos el compromiso asumido” por las partes “de mantener el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo decretado el pasado 29 de agosto”, según un comunicado conjunto leído en La Habana, ciudad sede de las negociaciones de paz.

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Después de casi una semana de incertidumbre tras el resultado electoral, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Santos también convinieron que escucharán “a los diferentes sectores de la sociedad”, en “un proceso rápido y eficaz”, para “definir prontamente una salida”. (I)