Donald Trump intentaba este lunes recuperar el equilibrio político tras una serie de revelaciones que podrían perjudicarlo: una de ellas pone en duda sus aptitudes empresariales y el pago de sus impuestos y la otra refuerza las denuncias constantes acerca de su manera de tratar a las mujeres.

El empresario inmobiliario y la estrella de televisión no aludió a estos temas en un foro con veteranos de guerra. Pero su campaña envió a representantes a defenderlo de un informe publicado en el diario New York Times, según el cual reportó una pérdida de casi 916 millones de dólares en un solo año en su declaración personal de impuestos. Una pérdida de semejante magnitud, dice el Times, lo habría eximido de deber impuestos federales durante casi dos décadas, una afirmación que su campaña no confirma ni niega.

Los aliados de Trump respondieron con diversos argumentos, tales como calificarlo de "genio" por usar el sistema impositivo para reconstruir su fortuna, y a la vez insinuaron que el informe se basó en documentos falsos y en la falta de imparcialidad de los reporteros.

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Pero no fue éste su único problema. Ex miembros del elenco y el personal de su reality "The Apprentice" describieron por primera vez su tratamiento de las mujeres en el plató. Estos empleados dijeron a The Associated Press que Trump juzgaba a las concursantes por el tamaño de sus senos y hablaba sobre aquéllas con las que le gustaría tener relaciones sexuales.

La campaña, en un comunicado, calificó las denuncias de "totalmente falsas".

Las revelaciones fueron la culminación de una semana de tropiezos además de ataques personales de una agresividad creciente a la demócrata Hillary Clinton.

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Desde el debate de la semana pasada, Trump se ha embarcado en un enfrentamiento con una ex reina de belleza a la que llamó "Miss Piggy" (cerdita) porque después de ser elegida aumentó de peso. Pareció intentar alterar el rumbo de la conversación el sábado cuando insinuó, sin dar pruebas, que Clinton habría sido infiel a su esposo.

De cara al segundo debate el domingo próximo, la campaña de Trump buscará la forma de alterar a Clinton, habitualmente disciplinada, y a la vez pasar a controlar su propio mensaje. Las nuevas revelaciones dificultan la tarea.

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Si bien las declaraciones de impuestos publicadas por el Times no revelan nada irregular, la magnitud de la pérdida atenta contra un tema central de su campaña: su extraordinario éxito como empresario. Y sus declaraciones groseras sobre las mujeres amenazan con alejar a las votantes. (I)