El misterio de la declaración de impuestos de Donald Trump fue parcialmente aclarado, por nuevas revelaciones sobre su forma de eludir el pago de tributos, que concluyen una semana desastrosa para el candidato republicano a la Casa Blanca.

El diario The New York Times publicó el sábado tres páginas recibidas anónimamente, que muestran parcialmente la declaración de ingresos del magnate inmobiliario de 1985 en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. Si bien no muestra el monto de los impuestos federales pagados ese año por Trump, revela que declaró 916 millones de dólares en pérdidas, monto que le habría permitido legalmente deducir ingresos imponibles durante 18 años.

El artículo tuvo el efecto de una bomba en la campaña electoral, a casi cinco semanas de la votación, mientras Trump rehusa con obstinación publicar sus declaraciones de ingresos, una tradición de transparencia respetada por todos los candidatos recientes a la Casa Blanca.

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Trump no ha desmentido la autenticidad de los documentos.

“La sola información de que ese documento fiscal viejo de 20 años fue obtenido ilegalmente, es una nueva prueba de que The New York Times, como todos los medios del establishment, es una extensión de la campaña de Clinton, del Partido Demócrata y de sus intereses específicos“, declaró el equipo de Trump en un comunicado.

“Conozco nuestras leyes tributarias mejor que ningún otro candidato a la presidencia y soy el único capaz de mejorarlas“, escribió Trump en Twitter.

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Sus asesores adoptaron la misma línea de defensa.

“Es un genio“, declaró Rudy Giuliani, el exalcalde republicano de Nueva York, a la cadena ABC. “Es una aplicación perfectamente legal del código tributario, y él habría sido idiota de no aprovecharla.”

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Repitiendo que el sistema tributario es “bizantino“, Chris Christie, el gobernador republicano de Nueva Jersey y presidente de su equipo de transición, declaró a la cadena Fox que “Donald Trump es la única persona que se ha comprometido a cambiar el sistema tributario en contra de sus propios intereses.”

¿Un genio?

El campo demócrata se regocijó con estas revelaciones que llevan agua al molino de Hillary Clinton. Durante el debate en el que se enfrentaron el lunes pasado ante 84 millones de personas, ella había destacado que el millonario no había pagado impuestos federales en 1978 y 1979.

“Eso significa que soy inteligente“, replicó entonces Trump, cuya fortuna está valorada hoy en 3.700 millones de dólares por la revista Forbes.

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El portal Politico había informado en junio que el empresario parecía no haber pagado tampoco ningún impuesto en 1991 y 1993.

“Si todo el mundo en este país es un genio, no pagaríamos impuestos y no tendríamos país. Esto es escandaloso“, dijo este domingo a la ABC el senador Bernie Sanders, exrival de Clinton en las primarias demócratas, devenido en aliado.

El equipo de Clinton se dedicó a republicar el artículo en Facebook y Twitter.

“Aparentemente él evitó pagar impuestos durante casi dos décadas, mientras que decenas de millones de trabajadores pagaban sus impuestos. El llama a eso ser ‘inteligente’“, declaró el director de la campaña de Clinton, Robby Mook, en un comunicado, llamando al candidato a publicar íntegramente sus declaraciones de impuestos.

Estas revelaciones, aunque parciales, completan sin embargo el puzzle sobre la fortuna de Trump, que él destaca como prueba de su olfato, competencia y capacidad para reformar Estados Unidos.

Ellas deben alimentar los comentarios en un momento crucial de la campaña electoral, cuando Clinton, después de su exitoso desempeño en el primer debate televisado, retoma de nuevo la ventaja en los sondeos, con 44% de intenciones de voto contra 41% de Trump, en promedio.

El republicano, afectado por su actuación decepcionante, pasó en cambio la semana atacando a la exreina de belleza venezolana Alicia Machado, que ha contado como fue humillada públicamente por Trump después de su victoria en el concurso Miss Universo debido a sus kilos de más.

Los dos candidatos debatirán de nuevo el domingo próximo. Decidido a tomarse una revancha, Trump ha amenazado con hablar de las infidelidades del expresidente Bill Clinton. (I)