Los guardias de prisiones en un centro de máxima seguridad de la capital egipcia, donde se retiene a prisioneros políticos, maltratan a los internos de forma habitual en formas que podrían haber contribuido a algunas muertes, afirmó el miércoles Human Rights Watch.

Las autoridades castigan a los presos poniéndolos en celdas abarrotadas, cortan su contacto con familiares y abogados e interfieren con sus tratamientos médicos, indicó la organización con sede en Estados Unidos en un detallado reporte sobre la infame Prisión Escorpión de El Cairo.

La prisión "está al final del aparato represor del estado, asegurando que los opositores políticos se quedan sin voz y sin esperanza", dijo Joe Stork, subdirector del grupo en Oriente Medio y Norte de África. El propósito del centro, señaló, "parece ser poco más que un lugar al que arrojar a los críticos con el gobierno y olvidarse de ellos". (I)