Acepto mi plenitud como la esencia de mi ser

Pleno
Acepto la plenitud como el modelo divino de mi ser. Cuando alineo mis pensamientos con esta verdad, estimulo la salud en todo átomo y célula de mi cuerpo. Myrtle Fillmore escribió: “Dios es la vida perfecta que fluye por medio de nosotros... Dios es nuestra única realidad; todo lo demás no es más que una sombra”. Elijo evaluar esos patrones o creencias que no son parte de la voluntad de Dios para mí. Los saco de las sombras y los entrego a la luz de la transformación. Este dejar ir eleva mi conciencia a una nueva expectativa de plenitud. Digo palabras de verdad, amor y gratitud a mi cuerpo. Todo mi ser –cuerpo, mente y espíritu– responde a la vida divina. Soy renovado.

Lucas 11:36
Si todo cuerpo está lleno de luz... será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor. (F)

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