Se anticipa que será el debate más visto en la historia de Estados Unidos, con una audiencia que podría superar los cien millones de espectadores, en el que una candidata que quiere ser la primera mujer presidenta de los Estados Unidos se enfrenta a un rival polémico e imprevisible.

Mañana, a las 20:00, en Nueva York, la atención se centrará en el primero de tres debates, en los que se enfrentan cara a cara la demócrata Hillary Clinton, de 68 años , y el republicano Donald Trump, de 70.

El debate es clave para los candidatos y quien resulte vencedor abre la posibilidad de ganar más adeptos y marcar distancia en las intenciones de voto que, según recientes sondeos, están más ajustados.

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El reto es mayor para Clinton, quien ha bajado a 6 puntos de ventaja. Un sondeo del diario Wall Street Journal y el canal NBC difundido el pasado jueves le da el 43% a Clinton y el 37% a Trump.

Las expectativas y riesgos para los dos candidatos son diferentes.

Trump no ha detallado cómo se prepara para el debate. Pero envió por correo electrónico un cuestionario a sus electores, solicitando ayuda. Entre las 30 preguntas buscó orientación sobre los temas por abordar, cuáles líneas de ataque priorizar (política externa, el escándalo con los correos electrónicos o las dudas sobre la Fundación Clinton) y hasta si debe utilizar en el debate el apodo de “Hillary la Deshonesta”.

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Los asesores han exhortado al impulsivo Trump que se mantenga tranquilo durante el debate y resista los intentos de Clinton de provocarlo con preguntas sobre documentación, el historial de sus empresas, de su salud o por sus polémicos comentarios sobre las minorías.

La preocupación apunta a que muchos estadounidenses todavía no creen que Trump tenga el temperamento para ser presidente.

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“No puede permitir que Hillary lo saque de quicio”, indicó Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes y asesor de Trump.

Clinton tiene mucha más experiencia en la vida pública pero suscita muy poco entusiasmo en el electorado en general, al tiempo que de Trump, un populista adepto de fórmulas espectaculares, nadie espera que conozca al dedillo los temas fundamentales de la agenda.

Clinton se ha preparado minuciosamente para este debate y lleva semanas analizando informes y estadísticas para contraponer a Trump y, de acuerdo con el diario The New York Times, hasta consulta con psicólogos sobre la personalidad del millonario empresario para conocer sus reacciones.

Según la Comisión de Debates presidenciales, la temática girará en torno a economía, seguridad y la dirección del país.

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Clinton plantea una economía que funcione para todos “no solo para los de arriba” e incluye la reforma migratoria como parte de un impulso para “liberar las fuerzas de la economía”. Ha prometido la creación de 10 millones de puestos de trabajo a través de un programa de reconstrucción de la infraestructura.

Mientras, Trump se plantea una meta de crecimiento anual de 4% en EE.UU., recortar impuestos, derogar regulaciones y reformar la política exterior permitirían crear 25 millones de empleos en una década. La firma consultora global Oxford Economics proyectó que la economía estadounidense podría encogerse en 1 billón de dólares al 2021 si Trump se convierte en presidente.

En materia de seguridad ninguno de los candidatos tiene un plan sólido, algo que es más evidente en Trump, advierte el experto en seguridad nacional, Eric Rojo a La Voz de América. “Trump tiene una ignorancia absoluta sobre seguridad nacional”. refirió. (I)

No sé cuál Donald Trump se presentará. Es posible que trate de mostrar una imagen presidencial y busque mostrar una gravedad que no ha tenido hasta ahora, o que llegue con la ilusión de insultar y ganar algunos puntos”.