Investigadores que recopilan pruebas sobre la operación del grupo Estado Islámico (EI) para secuestrar a miles de mujeres como esclavas sexuales dicen tener un caso para juzgar a los líderes de la milicia radical por crímenes de lesa humanidad. Pero lamentan no contar con el respaldo internacional necesario para llevar a actuales detenidos ante una corte.

Dos años después de la ofensiva del Estado Islámico en Irak, los investigadores, así como diplomáticos estadounidenses, sostienen que el gobierno de Barack Obama ha hecho poco para iniciar el procesamiento por delitos que el secretario de Estado del país, John Kerry, calificó de genocidio.

Funcionarios actuales y pasados del Departamento de Estado apuntan a que Defensa bloqueó un intento de presentar cargos penales por genocidio, obstaculizando los esfuerzos judiciales. (i)