Dos filas de carros se extienden longitudinalmente hasta la mitad de la avenida 29, la de acceso al Trinipuerto, en la isla Trinitaria, sur de la ciudad, que mide aproximadamente mil metros.

De los cuatro carriles solo se ocupan dos, puesto que obreros reconstruyen el costado izquierdo de la vía de acceso, y eso complica la circulación de automóviles, buses urbanos, de Metrovía y tráileres que ingresan desde la Perimetral o salen de la zona de Trinipuerto.

“El tráfico se complica bastante al mediodía y en la tarde desde las cuatro hasta las ocho y media o nueve de la noche, que es la hora a la que se embarcan los contenedores”, comentó ayer Luis Narváez, chofer de un tráiler que entra al almacén temporal aduanero dos o tres veces por semana.

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Y como él, muchos otros transportistas de carga pesada llegan a diario a ese sector, donde operan puertos privados.

Al ingreso de la avenida 29, agentes civiles de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) dirigen el tráfico en medio de las pitadas insistentes de los conductores que salen del sector hacia la Perimetral.

Mientras, los choferes de tráileres que van a entrar a un almacén aduanero se las arreglan para girar y tomar la av. 29 en un espacio reducido.

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“Da bastante trabajo por lo que es carro pesado, hay que manejar con cuidado”, sostuvo Noel Calderón y agregó que más difícil es la salida que el ingreso al sector de Trinipuerto.

Jorge Berrezueta, director municipal de Obras Públicas, señaló que los trabajos de reconstrucción, que comenzaron hace unos ocho meses, fueron coordinados previamente con las empresas navieras para mitigar en lo posible la afectación del transporte de carga.

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El funcionario refirió que la obra, que según pancartas colocadas en el sitio demanda una inversión de $ 1’861.940, tomará dos meses más, y que se avanza según lo planificado.

Por ahora los trabajos en el carril izquierdo de la av. 29 (cuyos dos carriles son de salida) se centran en el tramo que va desde la Perimetral hasta la calle José Urquizo, un espacio de alrededor de 500 metros.

Ese es el tramo conflictivo puesto que de la José Urquizo hasta la calle 52 ya están habilitados los cuatro carriles.

A más de las complicaciones de tránsito, moradores como Magdalena Zárate expresaron su incomodidad por la polvareda que dejan en el ambiente los trabajos que se ejecutan.

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“El polvo sí molesta bastante a toda hora, esperemos que terminen rápido los trabajos”, manifestó la mujer.

En la calle 52 también se ejecuta la reconstrucción del pavimento, por lo que la circulación de los carros livianos y pesados se da por un solo carril, con dificultad. Allí la presencia de dos agentes de la ATM es permanente, y ellos usan mascarillas para cubrirse del polvo.

“Los vigilantes sí están, pero ya en la tarde se retiran y en la tarde es cuando hay más tráfico porque llegan más tráileres, ahí es cuando más falta hacen”, sostuvo Luis Sánchez, conductor de un bus de la línea 20.

Con él coincidió Enrique Fuentes, conductor de una buseta de la línea 4, quien agregó que en las mañanas el tráfico en el sector también se complica por el colegio réplica Guayaquil. (I)

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kilómetro de longitud tiene la avenida 29, la principal.

El tránsito se pone bastante difícil, hasta los pasajeros se impacientan porque en salir del Trinipuerto demoramos mucho. Esperemos que los trabajos se acaben lo más pronto.