“Hasta ahora no sé qué hago aquí, no me explico por qué estoy aquí. Quisiera que alguien me dé una explicación”. Así inició ayer el testimonio del coronel Eduardo P., edecán del excomandante de Policía general Fausto T., quien es señalado por la Fiscalía como uno de los dos cabecillas de una presunta red que entregó de forma ilegal más de 1.300 pases policiales.

En la versión entregada por Eduardo P., el procesado asegura no haber conocido datos sobre la entrega irregular de pases o haber tenido relación con los procesados. Aclaró que en el tema de pases, como parte de su labor de edecán, él únicamente comunicó las disposiciones de su superior, Fausto T.

Sobre el teniente Ernesto Montenegro, exoficial sentenciado a ocho meses por este mismo caso, el edecán dijo que no sabía cuál era la labor de este en la Comandancia General, aunque reconoció que en julio de 2015 estuvo presente en el momento en que el teniente reconoció, ante preguntas insistentes del general Fausto T., la entrega ilegal de pases.

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Según Eduardo P., él le recomendó denunciar ese hecho a sus superiores y al ministro del Interior, José Serrano. Esa reunión con el ministro se habría dado, dijo el procesado, pero desconocería de qué se habló.

La entrega ilegal de pases es investigada por las autoridades desde julio de 2015. La Fiscalía dice que la presunta red movió más de $ 6 millones de agosto de 2014 a agosto de 2015. (I)

1.300 pases ilegales
se habrían dado, en promedio, en un año, según las autoridades. Esto movió más de $ 6 millones.