Adda recibió el cariño de sus alumnos en su adiós

Los frutos de lo que sembró en 60 años de docencia eran visibles en toda la sala exclusiva de velación número 1 del Cementerio Patrimonial, donde yacía el cadáver de Adda Marina Quintero Estrada, junto a la insignia de la escuela Presidente Alfaro, que ella fundó hace más de medio siglo, y de la que han salido 54 promociones de estudiantes.

Aunque su protagonismo físico ya no era el mismo que cuando dirigía las clases de ortografía y lenguaje en las aulas, su legado era de lo único que se hablaba ayer entre sus compañeras profesoras, familiares y exalumnos de las promociones más antiguas hasta las más recientes.

“Era una persona realmente espectacular. Era una madre para nosotros porque ella nos enseñó modales, nos enseñó a leer. Era más que una maestra, una madre”, expresó con voz cortada José Miguel Ureta, quien terminó la educación primaria en 1998.

El pesar que expresaron quienes acudieron ayer al velatorio de la profesora Adda fue compartido también en las redes sociales por sus exalumnos de varias promociones.

Cecilia De Janón, exalumna que salió de la escuela Presidente Alfaro, ubicada en el Barrio del Seguro, en 1967, recordó a la maestra Adda como alguien que sentía el oficio de enseñar como un servicio para mejorar la sociedad.

“Nosotros para nuestros hijos somos libros de consulta en ortografía por Adda. No tenemos una falta ortográfica por ella”, manifestó la mujer.

Patricia Quintero, hermana de la maestra que falleció a los 87 años, indicó que esa vocación fue inspirada por sus padres que fueron docentes de Matemáticas y Literatura.

Adda se graduó como normalista en el Rita Lecumberri. Su entrega al magisterio hizo que en 1990 el Congreso Nacional le otorgara la medalla Al Mérito Educativo.

Su deceso se produjo el martes, luego de dos meses de haber permanecido internada en una clínica por complicaciones con el colon.

Sus restos serán cremados y sepultados al mediodía de hoy en el Cementerio Patrimonial, por la puerta número 1. (I)

Ella logró que todos los alumnos la llegaran a querer mucho. Si ellos estaban un poco mal en la parte académica, ella los ayudaba.