Al menos 32 civiles murieron ayer en los bombardeos lanzados contra la ciudad siria de Alepo y su provincia circundante, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Seis civiles, entre los cuales había un niño, murieron en la ciudad de Alepo, mientras que en el este de la provincia otras 22 personas perecieron, incluyendo 12 trabajadores humanitarios y conductores de los camiones de ayuda. Otras cuatro personas fallecieron en el este de la provincia.

El ataque fue confirmado por el Comité Internacional de la Cruz Roja.

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Los sectores de Alepo controlados por los rebeldes fueron objeto de bombardeos aéreos y de artillería. En un comunicado, el gobierno de Bashar al Asad anunció el fin de la tregua y acusó a los grupos rebeldes “de no respetar ninguna de las disposiciones” del acuerdo. Dos horas después, empezaron los bombardeos en Alepo. (I)