Después de haber presentado una denuncia hace dos años en la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), moradores de la parroquia Alluriquín, en Santo Domingo de los Tsáchilas, dicen que no se ha reparado el supuesto daño ambiental que se habría ocasionado a un río por la construcción de la hidroeléctrica Toachi Pilatón.

En 2014, miembros de la prejunta de agua del barrio La Libertad, en Alluriquín, expusieron en la oficina de Senagua, en Santo Domingo, que desde el inicio de los trabajos de la construcción de túneles para la hidroeléctrica, el río Tunio disminuyó su caudal por las continuas explosiones que se daban para perforar la cordillera que colinda con el poblado rural.

“El agua del río Tunio, que debería seguir su curso natural, se desvía por grietas y se descarga en el interior del túnel en construcción”, se expuso en la denuncia de 2014 y se agrega que dieron a conocer el hecho a la empresa constructora.

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En el proceso que abrió Senagua en su oficina de Santo Domingo en 2014, el 560-014, se dice que hubo inspecciones para verificar lo expuesto por la prejunta y se dieron recomendaciones a la empresa Celec-Hidrotapi EP.

“Que las perforaciones se realicen con el denominado topo y no mediante explosiones con dinamita que generan fisuras y grietas al interior de la montaña, por las cuales se filtra el agua y desaparecen las fuentes hídricas superficiales”, expone el texto.

Dos años después, los moradores sostienen que la situación del “río es alarmante” y que se ha replicado la sequía en diez esteros más de la zona.

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“Ya tenemos cerca de 3 años con este problema, cuando empezaron a hacer los túneles con dinamita de la noche a la mañana se nos secó el río y ahora nos pasa con los esteros”, cuenta Gustavo Balseca, del recinto La Esperanza, que se abastecía de agua por medio de la junta del barrio La Libertad.

Se espera a Senagua

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Según los pobladores, aún no han tenido una respuesta técnica de Senagua para determinar lo que ocurrió con los afluentes, solo las recomendaciones que realizó la entidad al inicio del proceso.

La oficina de Senagua en Santo Domingo indicó que el proceso ahora se lleva desde Quito. Franco Herdoíza, funcionario en la capital, detalló que desde 2015 conocieron el particular y que han hecho inspecciones en el sitio.

Herdoíza dijo que cuando se realizó la denuncia fue en época que disminuye el caudal del río. Él deslindó responsabilidad de la empresa.

“Hicimos una visita al sitio con los denunciantes y miembros de la empresa constructora, y vimos que esta zona está por fuera de la zona de influencia del proyecto (…), los miembros de la empresa nos indicaron que el problema no se daba por el proyecto sino por el ciclo hidrológico del río (…) ahora están con agua los esteros”, manifestó el funcionario.

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Agregó que en una nueva visita al sitio, en este año, se constató lo dicho por los representantes de la obra.

No obstante, los pobladores aseguran que continúan con el desabastecimiento de agua. Ellos rechazan las declaraciones del funcionario de Senagua y agregan que para tener agua en sus casas y fincas deben llevarla en canecas, que son transportadas en camionetas o en el lomo de sus animales.

Cuentan que la constructora les dio tres tanques de reserva para hacer frente a la sequía, los cuales, expresan, no los pueden llenar porque los esteros y el río no recuperan su caudal.

Hasta el viernes pasado se llamó a la empresa Celec-Hidrotapi EP para conocer su versión y dijeron que no estaban autorizados para dar ningún tipo de información.

El proyecto Toachi Pilatón está entre los límites de las provincias de Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.

En la web del Ministerio de Electricidad y Energía Renovable se dice que tiene un avance del 91,80% y aprovecha el caudal de los ríos Toachi y Pilatón para generar 254.40 MW de potencia. (I)