Estados Unidos fue escenario el sábado de dos ataques con bomba en Nueva York y Nueva Jersey y uno con arma blanca en Minnesota, activando la hipótesis terrorista, aunque las autoridades se mantenían prudentes al respecto.

En total, 38 personas resultaron heridas, 29 de ellas en una explosión en la noche del sábado en el centro de Manhattan; y las otras nueve por arma blanca en un centro comercial de Saint Cloud, en Minnesota.

Ambos incidentes se produjeron casi al mismo tiempo: la bomba explotó en el barrio neoyorquino de Chelsea hacia las 20H30 locales (0H30 GMT), y el ataque en Minnesota tuvo lugar a las 20H00 (1H00 GMT).

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Horas antes, en Nueva Jersey, había explotado una bomba artesanal en Seaside Park, en pleno recorrido de una carrera con cientos de participantes. No hubo víctimas gracias a que la salida se retrasó, según un portavoz de la fiscalía local.

La policía confirmó más tarde que el sábado por la noche halló, a unos pasos del lugar de la explosión de Manhattan, un segundo artefacto que no estalló.

El único de los ataques que fue reivindicado fue el de Minnesota, por el grupo yihadista radical Estado Islámico (EI).

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El autor del ataque con cuchillo "era un soldado del Estado Islámico, que respondió a los llamados para tomar como blancos a los ciudadanos de los países miembros de la coalición de los cruzados", indicó Amaq, órgano de propaganda del EI. (I)