Un joven de 17 años cometió suicido asistido con la ayuda de un médico en Bélgica, el primer menor de edad que lo hace bajo las normas adoptadas en 2014 por el país y que permiten la eutanasia para personas de todas las edades, dijo el sábado el jefe del comité nacional para la eutanasia.

Wim Distelmans, que preside el Comité Federal de Control y Evaluación sobre la Eutanasia de Bélgica, dijo que el menor tenía 17 años y que un médico local había informado del caso a su comité la semana pasada, pero no entregó más detalles.

Bélgica legalizó la eutanasia en 2002, y hace dos años realizó enmiendas a la ley para permitir la muerte asistida por doctores en el caso de menores en situación médica sin esperanza y con el consentimiento explícito de los pacientes.

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El senador liberal Jean-Jacques De Gucht confirmó la muerte del menor en una declaración.

Dijo que el niño era de la región de Flandes, pero declinó dar más detalles sobre el paciente, para proteger la privacidad de la familia.

Bélgica es el único país que permite que menores de cualquier edad reciban asistencia para morir, dijo de Gutch. En Holanda, la edad límite es 12 años.

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“Es terrible cuando un menor sufre, pero me da algún consuelo saber que ahora existe una opción para niños en estados terminales”, dijo De Gutch. “Es importante que la sociedad no descuide a personas en tanto dolor.”

Ley para eutanasia

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La ley belga tiene reglas muy estrictas para la aprobación de la eutanasia. Requiere que el menor esté en las etapas finales de una enfermedad terminal, entienda racionalmente la diferencia entre la vida y la muerte y haya pedido reiteradamente terminar su vida. Requiere además consentimiento de los padres y la aprobación de dos médicos, incluyendo un siquiatra.

La ley — una de las de mayor alcance en Occidente - tuvo amplio apoyo del público cuando fue presentada en el 2014, pero encontró la oposición de algunos pediatras y la Iglesia Católica.

Cuestionamiento católico

El catolicismo prohíbe la eutanasia y el presidente de la conferencia italiana de obispos calificó la noticia el sábado de dolorosa y preocupante.

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“Nos duele como cristianos, pero también como personas”, dijo el cardenal de Génova, Angelo Bagnasco, en declaraciones a la agencia noticiosa ANSA.

Algunas personas han cuestionado si se debería permitir a niños tomar decisiones sobre vida y muerte. En el 2014, un grupo de médicos, incluyendo pediatras, firmó una carta para expresar su rechazo a la ley.

“Mucha gente — de cualquier profesión — aún tiene problemas para lidiar con la idea de que las personas pueden decidir cuándo terminan sus propias vidas”, dijo De Gutch. (I)