EL UNIVERSO ha sido testigo durante 95 años de cómo distintos grupos sociales han luchado para que se reconozcan sus derechos y mejorar sus condiciones de vida, insertándose como protagonistas activos de la historia ecuatoriana y de la sociedad.
Ya con el derecho adquirido de huelga, la clase obrera que había salido a las calles de Guayaquil a exigir mejores condiciones de trabajo el 15 de noviembre de 1922, fue acallada con disparos de la fuerza pública. ‘Hora de luto y de lágrimas’, tituló EL UNIVERSO al día siguiente en su portada. Pero eso no los calló para siempre, ya que las organizaciones sindicales lograron la expedición del Código del Trabajo en 1938 y mucho más adelante, en 1979, el Congreso aprobó la jornada de 40 horas semanales.
“Triunfo del feminismo’ tituló EL UNIVERSO una nota publicada el 2 de abril de 1930, cuando la obstetriz guayaquileña Bertha Valverde de Duarte, que era concejala, ocupó por horas el cargo de jefa política del cantón, pues nunca antes una mujer había tenido un cargo público de esa jerarquía. Antes de 1934 ya Matilde Hidalgo de Procel se convirtió en la primera ecuatoriana que ejerció su derecho al voto, en Machala.
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En 1944, Nela Martínez se convitió en la primera mujer en ocupar una curul en el Parlamento, y en 1979 el presidente Jaime Roldós nombró a Margarita Cedeño como ministra de Bienestar Social, siendo la primera en ocupar un cargo ministerial.
Desde el inicio de la República en 1830, gran parte de la población fue discriminada, ya que para ser ciudadano y poder votar en las elecciones se necesitaba saber leer y escribir. En el referéndum convocado en 1978 por la dictadura militar triunfó la opción de una nueva Constitución que eliminaba la disposición que exigía saber leer y escribir para votar, lo que universalizó el voto en el Ecuador.
Otro protagonista con una larga trayectoria de lucha por la reivindicación de sus derechos es el movimiento indígena y campesino, que pasó de las movilizaciones de 1923 en Sinancay, Azuay, donde se reclamó el derecho a usar el agua de los ríos para los cultivos y el rechazo al maltrato de los terratenientes, pasando a 1926, cuando se crean los primeros sindicatos indígenas hasta la formación en 1944 de la FEI (Federación Ecuatoriana de Indios), a la que luego le toma la posta la Conaie.
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Entre los postulados que propugnaban estaban la reforma agraria, el uso libre del agua, mejoramiento de las condiciones de vida y la educación bilingüe. La Constitución de 1945 reconoció el quichua y demás lenguas aborígenes como elementos de la cultura nacional. En 1990 dirigentes de la Conaie se toman la iglesia de Santo Domingo en Quito, dando inicio al levantamiento indígena más poderoso de los últimos 30 años. Muchas de sus reivindicaciones se incorporan en la Constitución de 1998, que declara que el Ecuador es un Estado social de derecho, soberano, unitario, independiente, democrático, pluricultural y multiétnico, que fueron ampliadas en la Constitución del 2008.
Fue recién el 10 de noviembre de 1997, y EL UNIVERSO dio cuenta de ello bajo el título de ‘TC admite derecho homosexual’, cuando el Tribunal Constitucional aprobó una reforma al Código Penal que eliminó el artículo 516 que reprimía las relaciones homosexuales; con ello se despenalizó la homosexualidad. En 1998, la nueva Constitución consagró el respeto a la integridad física, psicológica y sexual, y a la libre orientación sexual. Estos derechos se ampliaron en la Constitución del 2008, mismo año que se legalizó la unión de hecho entre personas del mismo sexo, y en enero de este año se aprobó la Ley de Gestión de Identidad y de Datos Civiles en la que se permite el cambio de sexo a género en la cédula.
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“A partir de 1997, la comunidad GLBT es el colectivo que más rápido ha avanzado en el reconocimiento de sus derechos. Tanto así que de actores sociales se convirtieron en candidatos a la Asamblea”, expresa Billy Navarrete, activista de Derechos Humanos. Elsie Monge, reconocida activista, puntualiza que el avance de los derechos se da mientras más conciencia ciudadana exista y con el grado de organización, de ahí que unos colectivos hayan avanzado más que otros.
Fue en 1997 cuando el Tribunal Constitucional eliminó un artículo del Código Penal que reprimía con cárcel la relación homosexual.
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