Plásticos de color negro se han convertido desde el 6 de julio pasado en las paredes de la casa de María Murillo Sánchez, habitante de la comunidad de Cañitas, de la parroquia Charapotó, en el cantón Sucre.

Ese día decidió derribar las paredes de su hogar por pedido de una presunta organización no gubernamental que le habría ofrecido reconstruir su casa tras el terremoto. Además dio $ 100 como requisito.

“Esta ayuda venía del extranjero, de una iglesia pentecostal (...) la hizo una vecina y creímos en ella”, comentó entre lamentos Murillo, quien también firmó una letra de cambio en blanco a nombre de su hijo.

Publicidad

Su caso no es el único. En otras 12 comunidades pertenecientes también a Sucre y a Rocafuerte se han registrado más denuncias.

El fiscal de Manabí, Enrique Macías, indicó que se han registrado hasta el pasado viernes cerca de 100 denuncias. Estas provienen de comunidades como Cañitas, Las Coronas, Pueblito, El Venado, San Alejo, Los Vientos, Los Pechiches, Bebedero, Nueva Esperanza, San Francisco, La Tablada, La Laguna y Santa Rosa. Macías señaló que se investiga el delito de presunta estafa.

Las acusaciones están dirigidas en contra de Paola B.C., quien habría ofrecido soluciones habitacionales, en varios sectores de Manabí, a personas afectadas por el fuerte sismo.

Publicidad

“Hasta rechazamos cuando vinieron del Miduvi (Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda)”, recordó Martha Murillo, otra persona que se declaró estafada y que lamentó haber dado $ 80 para trámites que le pidieron a ella y a decenas de personas que confiaron en su vecina.

La presunta “benefactora”, contaron los perjudicados, les pidió que no soliciten ayuda al Miduvi, pues les dijo que “se podía caer el proyecto” y que por eso les hizo firmar letras de cambio en blanco.

Publicidad

La última vez que vieron a Paola B.C. fue el pasado 4 de agosto. Ese día varias personas le reclamaron por la demora de la llegada de las casas, promesa realizada “el 12 de mayo”, día en que comenzó a propagarse la ayuda de viviendas.

“Queríamos la casita, esa fue la razón por la que dimos plata, firmamos cosas”; indicó Arlene Mero, una sexagenaria que ahora vive con incertidumbre por el documento en blanco que firmó.

También hay casos extremos como los de Tomás Mero y Cristina Espinoza, también habitantes de Cañitas. Sus familias pasaron varios días sin comer, tras haber entregado los pocos ahorros que tenían.

El gobernador (e) de Manabí, Xavier Santos, informó que desde ayer el Miduvi censa a las familias afectadas. El funcionario explicó que serían unas 300 familias, cifra que se definirá al término del registro.

Publicidad

“Y a todas las vamos a ayudar”, aseguró el gobernador.

El coordinador Zonal 4 del Miduvi, Fernando Zambrano, señaló que a las familias con casas afectadas se dará un bono de $ 4 mil. En cambio, se entregarán $ 10 mil si se trata de la construcción de una edificación nueva. Además, se otorgarán $ 600 para implementar una solución sanitaria y $ 1.400 para relleno y adecentamiento de la vivienda. (I)

Testimonio
Tania Anchundia:
Esta mujer vive en la comunidad Cañitas, de Caharapotó, a media hora de Bahía de Caráquez.

Zona en reactivación
Anchundia contó a este Diario que conoce que habría más de 400 estafados en el sector donde habita, pero que habría centenares de perjudicados en otros cantones como Tosagua y Chone. En Cañitas, se reactiva de a poco la economía, pero aún hay familias viviendo en carpas.

María Murillo:
Ella relató que tras conocer de la presunta estafa lograron recabar documentos relacionados a pagos.

Registros de pagos
Murillo dijo que después de que se conociera el supuesto engaño, algunas personas entraron a una casa de construcción mixta, en Cañitas. De este lugar, donde se realizaban las reuniones del supuesto proyecto, presuntos afectados se llevaron carpetas con documentos de los pagos que se habrían hecho.