A sus 83 años, Violeta Zúñiga tiene problemas en una rodilla y usa un bastón, pero eso no le impide sostener su vestido con la mano izquierda y con la derecha agitar el pañuelo blanco al ritmo de la cueca, como viene haciendo desde hace casi cuatro décadas para denunciar la desaparición de su marido durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Normalmente visto como un movimiento de coquetería hacia un hombre, Zúñiga agita el pañuelo mientras se mueve con una intención completamente distinta: demostrar su profunda soledad e inmensa tristeza por la ausencia de su pareja.

Sin su marido frente a ella, Zúñiga se cuelga una fotografía de él y baila algo más que la danza nacional chilena: ejecuta la "cueca sola", un ritual para llamar la atención sobre la desaparición de un millar de personas bajo el gobierno militar de 1973-1990.

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"Una siempre tiene esa cosita que no quiere dejarlo (la búsqueda), eso es mi vida", dijo a la agencia AP Zúñiga, que el 9 de agosto de 1976 perdió a manos de agentes chilenos a su pareja, Pedro Silva, un obrero comunista y dirigente de trabajadores municipales.

Esta mujer ha danzado innumerables veces la "cueca sola", un baile que ha trascendido al punto de que el cantante y compositor británico Sting compuso en 1987 una canción sobre las mujeres que lo ejecutan, sobre todo durante actos por el aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

El grupo folclórico de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) al que pertenece Zúñiga transformó la cueca tradicional en la "cueca sola" porque danzan con la fotografía de su ser querido, frente al espíritu de sus parejas, agitando con tristeza un pañuelo blanco en el que se lee "justicia".

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A 43 años de la toma del poder por Pinochet, los familiares no descansan en la búsqueda de sus seres queridos. En estas décadas, las autoridades forenses han logrado identificar las calaveras o fragmentos de sólo 167 desaparecidos.

Zúñiga, militante del Partido Comunista, pasó su vida buscando a su pareja y participando en la AFDD y en el conjunto folclórico. Últimamente ha marchado algunos viernes junto a parientes de desaparecidos frente al palacio de gobierno para exigir que los 120 detenidos en un penal especial para criminales de lesa humanidad no sean liberados.

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Los familiares de los violadores de derechos humanos presionan para que los más ancianos y los enfermos cumplan las condenas en sus residencias particulares.

"Vengo porque hay que pedir justicia y verdad. Que los criminales no vayan a algún hotel ni nada, que vayan a cárceles comunes", dijo Zúñiga mientras marchaba frente al palacio de La Moneda.

Seis ex agentes fueron condenados a 15 años de prisión por el secuestro calificado de su esposo y el de otros dos dirigentes comunistas, pero el paradero de Silva sigue sin conocerse.

Una danza "protesta"

La "cueca sola" se estrenó públicamente en marzo de 1978, durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Fue enorme su impacto tanto en Chile como en el exterior.

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El británico Sting se conmovió con el baile de estas mujeres tristes y las homenajeó en 1987 con el tema They dance alone (Bailan solas), que en algunas de sus estrofas dice: "Por qué están aquí / Danzando solas / Por qué hay tristeza en sus miradas / Hay soldados también ignorando su dolor / Porque desprecian el amor / Danzan con los muertos, los que ya no están / Amores invisibles no dejan de danzar/.

Más de una decena de mujeres del grupo folclórico fueron invitadas por Sting al escenario durante un concierto de Amnistía Internacional, en Mendoza, Argentina, en 1988. La escena se repitió ante unas 70.000 personas en el estadio Nacional de Chile, en octubre de 1990, en el segundo concierto de Amnistía, en el que también estuvieron entre otros Peter Gabriel y Sinead O'Connor.

Sting bailó con varias mujeres de desaparecidos chilenos, entre ellas con Zúñiga.

"Yo le dije a mi compañero 'por favor no salgas hoy día porque anoche soñé que te tomaban preso. Me dijo no, si tengo que ir a dejar una plata a unos compañeros que no tienen qué comer", dijo Zúñiga a The Associated Press durante una larga entrevista en su casa.

"Yo siempre lo acompañaba, entonces le dije ahora no te voy a acompañar", recordó con pena. "Nunca pensé que el desaparecimiento (de Pedro) iba a ser definitivo", añadió.

Fue el inicio de 40 años de soledad de Zúñiga, quien vive acompañada solo por "Garzón", un pequeño perro de 18 años, sordo y ciego. Cuenta que se lo regalaron tras la detención de Pinochet en Londres, en 1998 por petición del juez español Baltazar Garzón por violaciones a los derechos humanos, aunque Gran Bretaña lo devolvió a Chile en 2000.

Pinochet dejó 40.000 víctimas, incluidos 3.095 muertos, de los cuales siguen desaparecidos los restos de más de un millar, según cifras oficiales.

Otra danzante

Marta Pérez tardó un par de años antes de integrarse al grupo folclórico. Dijo a AP que se preguntaba, "¿pero cómo pueden cantar con lo que nos pasa?, ¿cómo pueden bailar?". Tardó en convencerse de que la "Cueca sola" sí impactaba... Y mucho.

Pérez, 80 años, es viuda de Uldaricio Donaire, miembro del comité central del Partido Comunista, atrapado en una ratonera o trampa montada por la policía represiva en el interior de una casa, el 5 de mayo de 1976. Junto a él cayeron otros cuatro dirigentes que siguen en la lista de detenidos-desaparecidos.

Debido a seguimientos de la policía política, Pérez envió a dos de sus cuatro hijos a la República Democrática Alemana, RDA, donde "gente de izquierda" los cuidó.

Como varios centenares de mujeres de la AFDD, Pérez se dedicó a realizar trámites judiciales para exigir, sin éxito, la liberación de su esposo, mientras manos solidarias le regalaban mercaderías para alimentar a sus hijos. Ambas participaron en huelgas de hambre, ayunos y encadenamientos al edificio del clausurado congreso, donde fueron mojadas, detenidas y perseguidas.

Pérez opina que "esos viejitos ya están lacrados (sellados) para no hablar", en alusión a los presos de Punta Peuco.

Quedan muy pocas mujeres del grupo folclórico, porque murieron o se retiraron, aunque Zúñiga y Pérez siguen muy activas bailando y buscando a sus desaparecidos en espera de que, como dijo Sting, "Un día danzaremos sobre sus tumbas libres / Un día cantaremos al danzar". (I)