Réplica solicitada por Edwin Jarrín Jarrín

Tras revisar la publicación de El Universo del 31 de agosto, titulada “Ernesto González: ‘Nos están poniendo una cortina de humo ante la situación económica”, como una más de las innumerables víctimas de violación de derechos humanos, me veo en la obligación de solicitar el derecho a la réplica debido a que las declaraciones del excomandante del Ejército laceran nuestra dignidad y la lucha por la justicia que llevamos adelante desde más de 30 años.

El Artículo 24 de la Ley Orgánica de Comunicación exige que “Toda persona o colectivo humano que haya sido directamente aludido a través de un medio de comunicación, de forma que afecte sus derechos a la dignidad, honra o reputación; tiene derecho a que ese medio difunda su réplica de forma gratuita, en el mismo espacio, página y sección en medios escritos, o en el mismo programa en medios audiovisuales y en un plazo no mayor a 72 horas a partir de la solicitud planteada por el aludido”.

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Por tal motivo, le solicito a usted, como principal de diario El Universo, que atienda esta solicitud en reconocimiento de personas cuyos derechos fueron vulnerados sistemáticamente por el Estado durante los años 1984 y 1988, en el periodo del socialcristiano León Febres Cordero. Con ese fin, adjunto la carta que remitimos al señor González, y que está firmada por cerca de 150 víctimas de los aparatos de represión y que responde a las alusione s que su entrevistado realiza en nuestra contra.

Seguros de contar con el cumplimiento de este mandato legal que le permite a los ciudadanos cuidar de su honra, buen nombre y dignidad, me despido agradecido.

General Ernesto González

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Exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Los abajo firmantes hemos recibido con sorpresa las declaraciones en que usted afirma que las diferencias entre el actual Gobierno y las Fuerzas Armadas se agudizaron “cuando se creó la Comisión de la Verdad” y, además asegura que “ese juicio no tiene ni pies ni cabeza, no hay sustento para decir que se cometieron crímenes de lesa humanidad”. Más adelante afirma que “la relación se va deteriorando porque (el Presidente Rafael Correa) ha estado rodeado de subversivos, de exmiembros de Alfaro Vive, Carajo, y estos individuos ejercen su influencia en su afán de revancha, eso enciende el problema”.

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Sus declaraciones, si no fuera porque niegan la historia y la verdad, no merecerían ni la más mínima respuesta. Pero siendo que pretenden convertirse en la expresión de una supuesta “verdad”, que engañan y mienten a la opinión pública, expresando el mismo odio y descalificación de hace treinta años hacia nosotros, nos vemos precis8ldos a responderle:

1- La Comisión de la Verdad es constituida por la necesidad de la sociedad ecuatoriana de recuperar la memoria histórica, respecto de una época oscura, brutal y perversa, como lo fue el régimen Social Cristiano de León Febres Cordero. Se la creó por lo imperioso que es conocer, qué pasó cuando desde el Estado se instauró la guerra sucia que derivó en el asesinato y desaparición de cientos de ecuatorianos; en la tortura, detención ilegal y persecución de todos quienes nos resistíamos a la imposición del modelo neoliberal y a la violencia estructural aplicada por la oligarquía y que sometía a las grandes mayorías de la población a la miseria, pobreza, exclusión y a la muerte, en el marco de una estrategia contrainsurgente internacional denominada “Plan Cóndor”. No nos convertimos en subversivos por simple deseo, fueron las condiciones sociales, políticas, económicas, las que conllevaron a una decisión de esa naturaleza. Mucho más, cuando veíamos que un Presidente, Jaime Roldós Aguilera, pagaba con su vida el hecho de haber enfrentado al “insolente recadero de la oligarquia”.

2- Los jueces tendrán que determinar si los crímenes de esa época constituyen delitos de lesa humanidad. No es ni usted ni nosotros los que vamos hacer. Pero, lo que sí está claro es que para la guerra sucia se instrumentalizó a las FF.AA. y Policía Nacional. Lamentable, pero salta a la vista que así fue. La condición ética y humana de cada persona se la conoce por la forma de proceder en la sociedad, y también, por las causas que defiende. La causa que usted defiende ahora es, por ejemplo, la de quienes secuestraron a una profesora, la llevaron a un cuartel de la Armada Nacional, la violaron sexualmente, la sometieron a las peores torturas y luego la ejecutaron y desaparecieron, todo esto cometido por oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas y por un solo delito: ser miembro de Alfaro Vive, Carajo. Así como éste, serían innumerables los casos que podríamos citar, pero, ni el tiempo ni el espacio lo permiten. Si esto constituye o no delito de lesa humanidad la justicia decidirá, pero, ¿Tiene el Estado derecho de proceder de esa manera? ¿Esa es la función de FF.AA.? ¿Para eso es el juramento de lealtad a la Patria? ¿Eso es demostración de valor y disciplina ante una mujer en estado de indefensión? Por si usted no lo sabe, por este caso y muchos otros -que están plenamente documentados-, fue creada la Comisión de la Verdad.

3- Nosotros siempre hemos afirmado que las Fuerzas Armadas y Policía Nacional fueron instrumentalizadas por el régimen Social Cristiano de Febres Cordero para la guerra sucia. Pero de ahí, a decir que son todos los miembros de esas instituciones los que participaron, hay una gran diferencia. Sería injusto afirmar eso. Pero, frente a declaraciones como las suyas nos preguntamos: ¿Es justo que la inmensa mayoría de miembros de dichas instituciones, que no tuvieron nada que ver con esos crímenes, tengan que vivir la afrenta, por un falso “espíritu de cuerpo”, de defender a una minoría que si participó? Exigimos un diálogo transparente y frontal con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, por nuestro derecho a la verdad, la justicia y a la reconciliación nacional.

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4- Se equivoca, usted General, cuando confunde justicia con revancha y, por creer que, por ese motivo, somos parte de la Revolución Ciudadana. Somos parte de este proceso porque ahora es cuando se están haciendo realidad los objetivos por los que luchó Alfaro Vive, Carajo y por los que muchos de nuestros compañeros fueron asesinados y otros tantos fuimos perseguidos, torturados y encarcelados. Objetivos tales como la Democracia, la Justicia Social, la Independencia Económica, la Soberanía Nacional, siempre han sido nuestra bandera de lucha. Somos parte de este proceso, porque este gobierno ha recuperado la dignidad de la Patria, está gobernando para las grandes mayorías, porque se han situado los intereses nacionales por encima de los intereses privados y fácticos. Si alguna influencia podemos tener, solo puede servir para sacar adelante lo que el Pueblo y la Patria nos demandan. Si la Justicia nos da la razón en cuanto a los crímenes de lesa humanidad eso sólo ratificará lo que durante años hemos dicho; y, si la justicia no los califica así, como usted pretende, igual, quienes perpetraron las atrocidades y los delitos contra los Derechos Humanos, ya han sido señalados por la historia, es decir, aquéllos a los que usted y las Fuerzas Armadas deberían reclamar por haber mancillado la historia y el nombre de una institución, que es gloriosa no por el papel que desempeñaron los cobardes en esa época oscura, sino por el valor demostrado en defensa de la heredad territorial de la Patria. (I)