Consternación y tristeza invadió ayer la ciudadela Santa María, de la parroquia San Camilo, del cantón Quevedo, en la provincia de Los Ríos.

Allí se levantaron tres capillas ardientes por separado, para velar a tres de las cinco víctimas del accidente de tránsito que se registró a las 06:40 del sábado pasado en la vía Guayaquil-Balzar-El Empalme, en Guayas. Ellos se dirigían a Salinas, Santa Elena, para continuar la celebración del cumpleaños de Fernando Herrera.

Familiares elevaron plegarias en los velatorios de David Ripalda, de 28 años; Hugo Santana, de 36 años; y Fernando Herrera, de 26 años, quienes viajaban a bordo del auto que se impactó con un furgón que transportaba bebidas.

Publicidad

Las múltiples medallas y trofeos deportivos adornaron el féretro de Fernando Herrera. Su padre, José Herrera, viajó desde Lago Agrio hasta Quevedo por más de diez horas para acompañar a su hijo.

A dos cuadras se instaló la capilla ardiente de David Ripalda, y sus familiares y amigos lo recordaron como estudioso.

Muy cerca de allí estaba el ataúd de Hugo Santana. Él trabajaba en el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). Los cuerpos de Ripalda y Santana iban a ser sepultados ayer. A Herrera, en cambio, lo iban a trasladar a Ventanas, de donde era oriundo. Hoy será su sepelio.

Publicidad

En la parroquia Venus del Río velaban ayer el cuerpo de Emelia Govea, de 29 años; en tanto que Oswaldo Murillo, un estudiante de periodismo de 23 años, fue sepultado en el cantón Valencia.(I)